“Encontramos que hay una fragmentación en el aprendizaje por la dispersión que generan estos aparatos. Hay afectaciones en la salud mental que han generado inclusive temas de adición”, dijo a EL COLOMBIANO el rector del colegio Los Nogales y presidente de la Junta Directiva de Uncoli, Camilo Camargo.
El comunicado Uncoli, titulado “Desconectar para conectar”, destaca que la presencia constante de dispositivos móviles durante la jornada escolar ha demostrado tener efectos adversos, incluyendo el desarrollo de comportamientos adictivos, la reducción de la actividad física, el incremento del bullying y cyberbullying, así como una disminución en la calidad de las interacciones sociales.
Esta medida, que inicialmente se aplica durante la jornada escolar y en las rutas escolares, busca ofrecer a los estudiantes al menos 8 horas diarias libres de la influencia negativa de los dispositivos digitales, tiempo “que les permite un descanso a los niños y jóvenes de estos dispositivos”, agrega Camargo.
Pero, ¿qué dicen los expertos? Según el decano de la Facultad de Educación de la Universidad de Antioquia, Wilson Bolívar, “la prohibición no contribuye a nada” y, por el contrario, aboga por una estrategia educativa que promueva un uso responsable de la tecnología.
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En entrevista con EL COLOMBIANO, el docente afirmó que “la efectividad de la prohibición de celulares en el entorno escolar carece de un sólido fundamento académico y científico” y señaló que “si bien existen estudios que sugieren posibles efectos negativos del uso excesivo de dispositivos digitales, otros plantean beneficios potenciales a largo plazo”.
El decano resaltó la importancia de entender que “el problema no radica en las herramientas tecnológicas en sí mismas, sino en cómo se utilizan y cómo se integran en el proceso educativo”, e hizo hincapié en la necesidad de contar con docentes capacitados para aprovechar las herramientas tecnológicas en beneficio del aprendizaje.
En lugar de una prohibición categórica, recomienda una educación que fomente la conciencia sobre el uso adecuado de los dispositivos y promueva el desarrollo de habilidades críticas entre los estudiantes. Argumentó que, al igual que con cualquier otra tecnología, como la energía atómica, “el enfoque debería estar en la educación y la regulación más que en la prohibición”.
La medida ha generado un debate sobre el papel de los dispositivos digitales en el entorno educativo y el bienestar de los estudiantes. Mientras tanto, en Medellín, la situación es distinta y aún no se ha tomado una medida similar de manera colectiva.
Sin embargo, instituciones como el Colegio Marymount han aplicado normas en ese sentido. “El colegio tiene una política de uso de los celulares que hace parte del manual de convivencia”, dijo una vocera. “Básicamente, se prohíbe el uso de celulares para los estudiantes desde Preescolar hasta 8°, y lo permite de 9° a 11°”.
Por ahora, queda la interrogante sobre cuál será el impacto a largo plazo de esta medida en el bienestar y el rendimiento académico de los estudiantes en los 27 colegios en Bogotá que aplicaron la medida de prohibir el uso de celulares en sus aulas.