Lo que ocurrió el 5 de junio con Apple, cuando lanzó sus primeras gafas de realidad mixta, podría ser el equivalente a cuando salió el primer iPhone en 2007: se pasó de utilizar celulares con teclado, a móviles con pantallas que se adaptan a las funciones. Con las Vision Pro se dio un gigantesco salto evolutivo en la tecnología. Y fue tal, que se alejó un poco de las realidades virtual y aumentada: la llaman computación espacial.
Con este lanzamiento, que podría ser una de las noticias tecnológicas del año, estamos ante un nuevo tipo de computador. Además, entra a competir con otras grandes apuestas del mercado de los cascos interactivos: las Quest 3 de Meta, de realidad virtual (VR) y realidad mixta (MR); y las HoloLens 2, los lentes holográficos fabricados por Microsoft.
Algo que tienen en común las Vision Pro y las HoloLens 2, por ejemplo, es que funcionan con gestos y comandos de voz: se utilizan las manos y la vista para interactuar. Es una perspectiva de futuro muy distinta a la que plantea Meta, donde su propuesta es inmersiva, muy orientada a gamers, una vida alterna a la real. El reconocimiento de gestos es algo en lo que viene avanzando la empresa de Mark Zuckerberg, pero de manera lenta.
Con la llegada de este tipo de dispositivos se abre un abanico de interrogantes: ¿Estamos ante el fin de las pantallas? ¿Quedarán en un segundo plano los celulares, tabletas y televisores? ¿Por qué se dice que de ahora en adelante los usuarios serán la interfaz?
David Herrán es el director creativo de Dream House y dijo que eventualmente estos escenarios se podrían presentar. Sin embargo, aclaró que hablar de una desaparición total de las pantallas es precipitado, simplemente estas gafas serán nuevas alternativas. Se abrirá el espectro. “Eventualmente cambiarán o se integrarán más a lo que ya tenemos”.
Las Apple Vision Pro, el primer producto con el sello de Tim Cook, el CEO de Apple luego de la muerte de Steve Jobs, serán cada vez más ligeras y potentes, más consciente del usuario, de lo que este quiere mirar y hacer con sus manos, de todo lo que lo rodea. Está en el mundo físico y el virtual al mismo tiempo, una realidad híbrida. Que no se nos haga raro ver a una persona con estas gafas puestas en un centro comercial mientras está en una reunión o sentada tomándose un café, trabajando y sin un computador portátil.
“Apple nos mostró de forma coquito lo que se puede hacer con las gafas. El tema de reconocimiento facial es algo muy bueno, las gafas reconocen los gestos a través de un motor de inteligencia artificial”, resaltó Herrán. En la práctica: cuando se haga una videollamada por FaceTime, se verá un avatar digital para tener chats de video más realistas mientras el rostro está parcialmente cubierto.
Juan Manuel Escobar, director general de Aroa Studio, también está de acuerdo en que las pantallas seguirán presentes, debido a que todavía se necesita una adopción en temas de tecnologías inmersivas y además las baterías de estas gafas no son lo suficientemente potentes para durar bastante tiempo.
En la actualidad, el usuario interactúa con el Internet con ayuda de un mouse, dando clics, o en el celular dando toques. Ahora con estas gafas de realidad virtual o mixta, sobre todo las de Apple y Microsoft, el usuario puede pasar a convertirse en la interfaz. ¿Esto qué significa? Que no necesita un control para que funcionen, porque reconocen los movimientos de las manos y los ojos.
En las de Meta, los controles siguen presentes, lo que representa una capa de interactividad más baja: necesita que se le den órdenes por medio de otro dispositivo.
Una batalla tecnológica
Escobar destacó que estos tres dispositivos tienen aproximaciones muy diferentes sobre el enfoque que les quieren dar. Con el lanzamiento de las gafas de Apple, se vio que la empresa de la manzana mordida le está apostando a experiencias inmersivas simples, que las personas lo puedan hacer en la casa u oficina y sea un equipo que se conecte a los demás aparatos de esta marca.
Con esto estuvo de acuerdo Zuckerberg, quien se pronunció sobre las Vision Pro y dijo que de alguna manera este nuevo competidor entra a validar su proyecto de metaverso, así no hayan utilizado la palabra durante la presentación. En el caso de Meta, dijo el CEO de la compañía, lo que proponen son unas experiencias inmersivas sociales donde la gente interactúe, genere comunidad, algo que no se vio en lo que mostró Apple.
“Ambos dispositivos no compiten porque están en diferentes segmentos, por eso Apple dijo que bienvenidos a la computación espacial, es decir, un dispositivo de hardware que es consciente del espacio en el que está el usuario”, dijo David.
Por el lado de las HoloLens 2, le apunta más a procesos industriales en los sectores educación, salud, manufactura, arquitectura, entre otros. Las de Microsoft se alejan de las otras dos gafas porque no son para estar en la casa y oficina, sino que por el contrario fueron creadas para utilizarse en fábricas y entornos de difícil acceso donde el recurso más asequible para tener una información digital es un dispositivo como este.
El costo es otro factor importante que las alejan unas de otras, que las pone a competir. Herrán dijo que en el caso de las Meta Quest 3, que están por debajo de los 500 dólares, son una pieza de tecnología interesante para cumplir las funciones de realidad virtual.
Sobre las HoloLens 2 (desde 3.849 dólares), consideró que representan “un primer brochazo de la realidad mixta y ya están relegadas en el tiempo”. Finalmente, las Vision Pro, que tendrán un precio inicial de 3.499 dólares, ofrecen lo que permite el estado del arte en la tecnología.
¿Con la llegada de estos dispositivos se comienza una real democratización del metaverso? Aquí los puntos de vista de los expertos son muy distintos. David afirmó que sí, que “Apple nombró los milagros, pero no el santo, todo lo que mostró representa lo que es y será el metaverso”.
Una opinión muy diferente fue la de Escobar, quien dijo que se seguirá en el mismo punto a lo que se ve actualmente, “estos nuevos lanzamientos no cambian el panorama porque unas gafas de más de 15 millones de pesos (las de Apple) no son nada asequible, sobre todo para personas en Colombia y Latinoamérica”. Este fabricante más bien le apunta a un artículo de lujo, lo mismo sucede con las HoloLens 2 que están pensadas para grandes industrias con muchos recursos.
¿Y las Quest 3? Estas quizás sí le apuntan más a esa democratización, tienen un precio siete veces menor que las de Apple y Microsoft, con lo que Meta pretenden llegar a la mayor cantidad de personas, crear comunidad. Ha vendido en todo el mundo cerca de 20 millones de unidades de los visores Quest, entre las Quest 1, Quest 2 y Quest Pro.
Por otro lado, según los expertos, técnicamente estos tres nuevos modelos de gafas interactivas no se pueden comparar entre sí, porque de por medio hay factores como la tecnología que utilizan y la potencia que tienen. Las Vision Pro tienen el procesador M2, el último de Apple para computadores, mientras que las de Meta tienen incorporado el procesador Snapdragon de nueva generación, el XR2 Plus, el cual se utiliza mucho más en los celulares.
En otras palabras, comparar los tres tipos de gafas interactivas no es válido. Es una carrera que se verá más a largo tiempo. Por ahora, es como comprar un vehículo Mazda y un Renault, o una patineta eléctrica y un avión, todos son sistemas de transporte que pueden llevar al mismo lugar, pero tienen características muy marcadas que las diferencian.