Ricardo Restrepo, físico y doctor en Ingeniería Aeroespacial originario del municipio de Andes, Antioquia, es una de las personas que contribuye a la misión Europa Clipper, uno de los proyectos más ambiciosos de la Nasa en la última década y que se prepara para su lanzamiento el próximo 10 de octubre tras dos décadas de investigación y desarrollo.
Desde hace cinco años, Restrepo forma parte del equipo que busca desentrañar los misterios de Europa, una de las lunas heladas de Júpiter, con el fin de descubrir si allí se podría albergar vida.
“Es un momento muy icónico”, dijo emocionado el ingeniero aeroespacial sobre el lanzamiento que se ejecutará en dos semanas desde el Centro Espacial Kennedy de la agencia en Florida, Estados Unidos.
Desde muy joven, su curiosidad por el universo y su deseo de entender los orígenes del cosmos lo llevaron a cuestionarse sobre la formación de los ríos y montañas que rodeaban su hogar en Andes.
“Recuerdo desde pequeño ser muy curioso y siempre preguntándome de dónde salieron la montaña y el río que teníamos en el balcón de la casa”, compartió Restrepo este jueves durante una conferencia virtual de la Universidad de Antioquia, institución de la cual es egresado.
El municipio donde nació, considera Restrepo, tuvo que ver con el camino que él siguió en la exploración del universo. “Cada que voy a Colombia lo visito”, indicó.
Según contó Restrepo, llegó a la Nasa con “mucha dedicación” y ese esfuerzo se traduce en sus estudios de Física en la Universidad de Antioquia que lo llevaron por el camino de la exploración del entendimiento de la formación de los sistemas planetarios.
Su pasión lo llevó a la Universidad de Texas, en Austin, donde obtuvo una maestría y posteriormente un doctorado en ingeniería aeroespacial con enfoque en astrodinámica. En esa época realizó dos pasantías en la Nasa, lo que le abrió las puertas para realizar su postdoctorado con la agencia espacial y eventualmente ser parte del equipo de la misión Europa Clipper.
Desde entonces desempeña un rol fundamental en el diseño de la trayectoria de la nave. “La misión completa, que durará alrededor de tres años y medio o cuatro, es un sistema de trayectorias elípticas alrededor de Júpiter, entrando y saliendo del campo de radiación mientras sobrevuela Europa” una de las tantas lunas que tiene Júpiter, explicó.
Su trabajo implica diseñar la trayectoria de 2.900 millones de kilómetros que hay desde la Tierra hasta Europa, asegurándose de que la nave utilice eficientemente su combustible limitado para realizar los 49 sobrevuelos programados.
El principal objetivo de “una de las misiones más importantes en esta década para la exploración espacial”, dice Restrepo, es descubrir si Europa podría tener un océano salino bajo su superficie helada. “La cantidad de agua que creemos que hay en Europa es superior a la cantidad de todos los océanos aquí en la Tierra combinados”, explica Restrepo.
Este océano subterráneo, en contacto con un núcleo rocoso, podría albergar las condiciones necesarias para el desarrollo de vida tal como la conocemos: agua líquida, elementos químicos y fuentes de energía.
Un largo camino por recorrer
La nave Europa Clipper tardará seis años en llegar a Júpiter, y una vez allí, comenzará una misión de tres años en la que sobrevolará periódicamente la luna para recoger datos.
Restrepo cuenta que más de mil personas trabajan actualmente en el proyecto, y a lo largo de los 20 años que se ha consolidado, más de cuatro mil profesionales han contribuido al desarrollo de Europa Clipper, la nave espacial más grande que la NASA haya desarrollado jamás para una misión planetaria.
El ingeniero aclara que la nave no va en búsqueda de vida inteligente, sino que “los instrumentos que lleva la nave va a buscar compuestos orgánicos o compuestos que creemos están derivados de procesos biológicos”, es decir, los científicos comenzarán con lo más básico: descubrir si sí puede existir allí formas elementales de vida.
Sobre el momento decisivo, es decir, el lanzamiento, el antioqueño expresó que todos están “muy emocionados” y señaló que otro de los momentos críticos de la misión será el frenado. “Al llegar a Júpiter nos toca frenar, se prenden los motores a toda potencia por 6 a 8 horas y no puede fallar nada porque si fallamos la nave va a seguir y vamos a escapar esa oportunidad de quedar capturados alrededor de Júpiter. Así que en 6 años va a haber otro momento de estrés”, detalló.
Finalmente, la sonda Europa Clipper no retornará a la Tierra. Después de enviar sus hallazgos a la NASA, la nave será dirigida a estrellarse contra una luna de Júpiter que esté alejada de Europa y que no es considerada como un posible refugio para la vida. Esto se hace para evitar cualquier posible contaminación del ambiente en Europa, que podría albergar condiciones para la vida.