Después de ocho meses en la Estación Espacial Internacional (EEI), los astronautas Sunita Williams y Barry ‘Butch’ Wilmore ya tienen una fecha tentativa para regresar a la Tierra.
La NASA confirmó que la misión Crew-10 despegará el próximo 12 de marzo desde el Centro Espacial Kennedy en Florida y, tras un proceso de relevo con la actual tripulación, Wilmore y Williams abordarán la cápsula Crew-9 para volver a casa, previsiblemente el 19 de marzo.
El caso de los astronautas se hizo aún más mediático luego de que el expresidente Donald Trump y el magnate Elon Musk intercambiaran comentarios en redes sociales sobre la urgencia de traerlos de vuelta. Sin embargo, tanto la NASA como los propios protagonistas han aclarado que no están “varados” ni “abandonados”, sino que han seguido protocolos establecidos para vuelos de prueba.
“La narrativa desde el primer día fue que estamos ‘varados, abandonados, atrapados’, y ambos lo entendemos, pero ese no es el objetivo de nuestro programa de vuelos espaciales tripulados”, afirmó Wilmore en una entrevista con CNN.
El dúo despegó el 6 de junio de 2024 a bordo de la nave Starliner, de Boeing, con la misión de permanecer en la EEI por poco más de una semana. Sin embargo, problemas técnicos con el sistema de escape de la cápsula impidieron su regreso seguro, obligándolos a seguir los protocolos de contingencia.
Ante esta situación, los astronautas se confinaron en la Crew-9, la nave de SpaceX actualmente acoplada a la estación, hasta que la NASA determinara la mejor opción para traerlos de vuelta.
Inicialmente, el plan era esperar hasta abril para enviar una nueva cápsula Dragon de SpaceX, pero debido a los prolongados retrasos, la agencia espacial decidió utilizar la Dragon Endurance, una nave ya probada en anteriores misiones (Crew-3, Crew-5 y Crew-7), para acelerar la operación.
Astronautas optimistas pese a la situación
A pesar de los retrasos y las incertidumbres sobre su regreso, Williams y Wilmore han mantenido una actitud positiva. En la entrevista con CNN, bromearon sobre su apariencia después de tantos meses en microgravedad. “Me gusta mi loco cabello sin gravedad”, dijo Williams al referirse a la forma en la que flotan sus rulos dentro de la nave.
Sobre el tiempo extra en la EEI, ambos remarcaron que han seguido cumpliendo con tareas asignadas a la misión, incluyendo caminatas espaciales y recolección de muestras científicas. Además, aseguraron que su entrenamiento como astronautas los prepara para este tipo de contingencias.
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“Nosotros no nos sentimos abandonados, atrapados ni varados. Preferimos cambiar la retórica por ‘preparados y comprometidos’”, puntualizaron.
Con la misión Crew-10 lista para partir en los próximos días, todo apunta a que la historia de Williams y Wilmore, lejos de ser un caso de astronautas varados, será recordada como una prueba más de la resiliencia y capacidad de adaptación de la exploración espacial.