x

Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

language COL arrow_drop_down

Descubrimiento doble de exoplanetas, ¿qué lo hace especial?

  • En la Vía Láctea, la galaxia en la que vivimos, tres de cada cuatro estrellas son enanas rojas, como GJ 887. FOTO D. Aguilar/Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics
    En la Vía Láctea, la galaxia en la que vivimos, tres de cada cuatro estrellas son enanas rojas, como GJ 887. FOTO D. Aguilar/Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics
25 de junio de 2020

A finales de 1990 se encontró evidencia de planetas alrededor de otras estrellas. En 2019 se dio el primer premio Nobel de física al descubrimiento de exoplanetas. Estos planetas no se encontraron mediante fotografías, sino a partir de la detección de pequeñas fuerzas que ejercen sobre las estrellas alrededor de las que giran. Hoy hay más de diez técnicas para encontrar planetas girando alrededor de estrellas y la tecnología avanza permitiendo detallarlos mejor.

Este jueves la revista Science publicó un estudio en el que se registra un nuevo sistema planetario cercano al Sistema Solar. Alrededor de la estrella GJ 887 con la mitad de la masa del Sol, a unos 10,7 años luz de distancia giran dos supertierras. Esta es la decimosegunda estrella más cercana a nuestro vecindario estelar (de unas 40 que hay por acá).

Al nuevo sistema planetario detectado por astrónomos de siete países, según sugiere el estudio, le predicen un tercer planeta que podría estar en esta región de la estrella en la que habría agua líquida. Los investigadores analizaron los datos de mediciones de archivo que abarcaban casi dos décadas de observaciones a esta estrella desde telescopios en Tierra, incluidos los del espectrógrafo HARPS del Observatorio de La Silla en Chile y una curva de luz de 27,4 días en 2018 con el telescopio espacial TESS de la Nasa.

Su importancia

Los astrónomos buscan estrellas como el Sol, pero estas tipo G no son tan abundantes como las rojas, tipo M. Las más abundantes de la galaxia son las estrellas más pequeñas de tipo M, conocidas como enanas rojas. Las menos abundantes son las tipo O, las más masivas. El sistema planetario recién encontrado gira alrededor de GJ 887, una enana roja que quema hidrógeno como el Sol, aunque sea sustancialmente más fría, más oscura, más roja y más pequeña.

Amelia Bayo, astrofísica de la Universidad Autónoma de Madrid, directora Núcleo Milenio de Formación Planetaria de Chile, quien no hizo parte del trabajo publicado en Science, califica a las estrellas enanas como objetos interesantes para estudiar sus exoplanetas porque su brillo menor que el de estrellas tipo Sol (cerca del 1 % del de nuestra estrella), permite detectar sus planetas y estudiarlos con más facilidad.

Aunque tienen un problema, son muy energéticas: “Ellas pueden tener lo que se conoce como ‘eyecciones de masa coronaria’, donde se expulsa material de la estrella a gran velocidad cubriendo un volumen muy grande de ella, y por tanto dañando la posibilidad de que los planetas detectados alberguen vida”, apunta la investigadora.

Excepto que, GJ 887, es una estrella distinta a las de su clase, se muestra menos activa magnéticamente que otras comparables, sugieren los investigadores que publican en Science. Bayo anota que “esta en particular parece ´calmada´, al menos en las escalas de tiempo que han podido monitorearla”. Aunque la variabilidad medida del Sol cambia según distintos autores, para ponerlo en perspectiva: “El ciclo de 11 años del Sol, de pico a pico de actividad, se mide en unas 800 partes por millón, mientras que uno de los datos que dan los investigadores en Science es que, en promedio la estrella varía unas 500 partes por millón”.

Eso sí, Bayo advierte que el Sol se ha observado por mucho más tiempo y no se sabe si lo que los investigadores están viendo es una “fase tranquila” de la estrella roja que aloja los planetas recién descubiertos.

Puede leer: Así se buscan planetas por fuera de la Tierra

La clave: estudiar las atmósferas

Aunque no se ha confirmado la detección del tercer planeta, el que estaría en una zona en la que podría contener agua líquida, estudiar las atmósferas de los exoplanetas recién confirmados podrá hacerse bastante fructífero. Los datos que tomen en los espectros de luz (desde rayos X, infrarrojo, ultravioleta e incluso ópticos), les permitirá a los astrónomos detectar qué señales se “mueven” con respecto a la estrella y estudiar la química de estos mundos. “Con una exposición corta de la cámara, por así decirlo, se puede conseguir un buen espectro en el que podemos ver la composición química de los tres cuerpos: la estrella y los dos planetas confirmados”, anota Bayo.

De hecho, agrega la investigadora, lo que proponen los autores es “ocupar espectros ópticos y también infrarrojos principalmente porque así se tendría “acceso” a muchas moléculas asociadas con la vida como CO o metano”.

La cercanía de la estrella a los instrumentos humanos con las que se puede observar y su aparente inactividad magnética le permitirá a los investigadores monitorear cómo varían cada uno de los elementos químicos que ven en los espectros, si cambian un poco de posición con el tiempo. Y ya que los astrónomas conocen el período de traslación de los planetas y cualquier variación en ese periodo, se espera que puedan inferir detalles novedosos sobre la química de estos mundos.

Mario Sucerquia, doctor en astronomía de la Universidad de Antioquia e investigador doctoral en el Núcleo Milenio de Formación Planetaria de Chile, asegura que casi que cada semana se descubren exoplanetas, no obstante este trabajo es interesante por lo que implica para los estudios sobre la vida y las atmósferas de los planetas por fuera del Sistema Solar. “Las atmósferas planetarias son importantísimas para potenciar el enriquecimiento químico de las superficies planetarias: crean condiciones de temperaturas, presión y densidad propicias para generar diversidad de minerales, que al combinarse con solventes como el agua pueden dar lugar a formas químicas aún mucho más complejas como los bloques básicos que dan lugar a los aminoácidos. Estas condiciones no son factibles en el entorno del espacio exterior”.

Los astrobiólogos saben que para encontrar vida no basta estar en la zona de habitabilidad. “Para encontrar rastros de vida de cualquier tipo no solo se requiere que el planeta esté lo suficientemente alejado de su estrella que se achicharre, ni tampoco tan lejos que se congele (esto para poder alojar agua líquida), sino que también se necesita una atmósfera, un efecto invernadero, que este mundo tenga la gravedad suficiente para retener vapor de agua, es decir, aire”, agrega Sucerquia.

La vida fuera de la Tierra es más fácil de imaginar en ciencia ficción que en la realidad. Pero los astrobiólogos (científicos que estudian la vida en el universo) están convencidos de que en el universo abundan las condiciones básicas para la vida.

El empleo que buscas
está a un clic

Nuestros portales

Club intelecto

Club intelecto
Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD
info

Este portal utiliza datos de navegación/cookies propias y de terceros para analizar información estadística, optimizar funcionalidades y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias. Si continúa navegando, usted estará aceptando nuestra política de cookies. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información en nuestra politica de cookies