El asteroide Apophis fue descubierto en 2004 y rápidamente identificado como uno de los objetos más peligrosos que podrían impactar la Tierra. Este temor inicial se basaba en cálculos preliminares que sugerían una posibilidad de colisión.
Sin embargo, a medida que los astrónomos continuaron rastreando su órbita con mayor precisión, quedó claro que Apophis no representaba una amenaza inmediata. El proceso para llegar a esta conclusión involucró cálculos minuciosos y simulaciones informáticas detalladas del sistema solar, liderados por expertos como Paul Wiegert de la Western University y Benjamin Hyatt de la Universidad de Waterloo.
Desde su descubrimiento, el asteroide Apophis ha sido objeto de extensivos estudios para determinar su trayectoria exacta y evaluar los riesgos asociados con su paso cercano. Inicialmente, el asteroide fue identificado como un potencial peligro debido a la incertidumbre en sus cálculos orbitales. Con el tiempo, los astrónomos lograron refinar estos cálculos utilizando datos obtenidos a través de telescopios y otras herramientas de observación.
Paul Wiegert y su equipo utilizaron simulaciones informáticas avanzadas para calcular las trayectorias de 1,3 millones de asteroides conocidos en el sistema solar. Estas simulaciones fueron cruciales para descartar cualquier posibilidad de colisión que pudiera alterar la órbita de Apophis hacia un camino de impacto con la Tierra.
“Calculamos las trayectorias de todos los asteroides conocidos utilizando una simulación informática detallada de nuestro sistema solar y se evaluó la posibilidad de un evento tan improbable”, explicó Wiegert. “Afortunadamente, no se prevén colisiones de este tipo”.
Benjamin Hyatt, colaborador en el estudio, subrayó la importancia de monitorear constantemente estos objetos cercanos a la Tierra (NEO) para mantener la seguridad planetaria. “Dado lo cerca que Apophis pasará de la Tierra, existe un posible riesgo de que una desviación de su trayectoria actual pueda acercar a Apophis a impactarnos”, indicó Hyatt. No obstante, las probabilidades de que Apophis colisione con otro asteroide son extremadamente bajas, casi nulas, según los datos presentados.
El interés por Apophis no se limita solo a su potencial riesgo. El asteroide lleva el nombre de la serpiente demoníaca que personificaba el mal y el caos en la mitología del antiguo Egipto, añadiendo un elemento de misticismo a su estudio científico. Los hallazgos sobre su trayectoria han sido aceptados por el Planetary Science Journal y están disponibles en el servidor de preimpresión arXiv, proporcionando una base sólida para futuras investigaciones.