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La invitación de la primera dama de Medellín, Margarita María Gómez Marín, coincide con la reformulación que venimos haciendo para las oficinas y niveles de atención del ICBF en la estrategia de acción para evitar la violencia contra los niños. Planes concretos para protegerlos.
Una es la creación de Centros de Atención para las Víctimas de Violencia Sexual especiales para niños. Queremos una proyección más disruptiva, no solo de documentos y diagnósticos del problema, sino de tener herramientas de protección integrales.
Hay limitaciones, hoy, en cuanto a que las Defensorías de Familia del ICBF tienen demasiados roles y debilidades de recursos humanos y de modelo operativo. Son “talla única”, para atender la extensión y complejidad de los casos de abuso sexual y físico de los menores.
Respaldamos la idea de la primera dama de la “disciplina positiva”, de acabar el castigo físico y buscar, en pleno Siglo XXI, que acaben esas formas de reprensión que tienen impactos dañinos en las neuronas y desarrollo de los niños, y que luego traen efectos sociales visibles y adversos.
El panorama de la violencia y el abuso físico, sexual y sicológico en el país es aterrador. Por eso hay que darles a padres, maestros, funcionarios y sociedad las habilidades y mecanismos, muy especializados, en cuanto a las diferentes vulneraciones a los derechos e integridad de los niños.
