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Los últimos informes del Dane señalaban una incipiente recuperación económica en el primer trimestre del año después de tres trimestres consecutivos con crecimiento negativo como consecuencia de la pandemia. En 2021, ocho ramas de la actividad económica tuvieron crecimiento positivo entre enero y marzo, destacándose el aumento de la industria y del sector agropecuario. Y justo cuando la economía se encontraba volviendo a crecer, reapareció el paro nacional que ajusta ya cuatro semanas y que ha tenido paralizadas varias regiones del país.
El paro y los bloqueos ya comenzaron a pasar cuenta de cobro a la economía. De acuerdo con el Sistema de información de precios y abastecimiento del sector agropecuario del Dane, en promedio ingresaron en abril a las centrales de abasto y plazas de mercado del país, 16.950 toneladas diarias, mientras que en el mes de mayo ese valor rebajó a 12.000 toneladas, una reducción cercana al 29 % en el abastecimiento promedio diario de las centrales de abastos y plazas de mercado. El acumulado de dicho ingreso del abastecimiento para todo el mes de abril fue 508.000 toneladas, y en 23 días de mayo han ingresado solo 313.000 toneladas. Este menor abastecimiento se traducirá en mayores precios de los alimentos, tal y como ya ocurrió en el paro camionero de 2016 cuando la sola variación mensual en el precio de alimentos para el consumo de los hogares creció por sí sola cerca de 1.2 puntos porcentuales. Esto afecta directamente al sector agropecuario que comenzaba a crecer destacadamente en el primer trimestre de este año.
El ministro de Minas y Energía, Diego Mesa, ya había señalado la semana anterior que se han dejado de producir en el país por cuenta del paro más de 560 mil barriles de petróleo, y además que cerca del 45 % de las estaciones de servicio vieron reducidas las ventas en un 50 %. A su vez se dejaron de exportar cerca de 200.000 toneladas de carbón.
Esta semana se conoció, también, que el 17 % de las empresas del Valle del Cauca están paralizadas por los bloqueos y el vandalismo, y el 75 % de ellas está operando con una capacidad de apenas el 37 %; además, el 45 % se ha visto forzada prescindir de personal. En el caso de Medellín, de acuerdo con información reciente de la Cámara de Comercio, el 94 % de las empresas han visto afectados sus negocios por el paro, especialmente las microempresas. Los dos mayores tipos de afectación y con alta prevalencia han sido la reducción en ventas y el cierre de establecimientos por parte de firmas y negocios en Medellín. Casi el 95 % de las empresas del sector manufacturero han visto afectado el negocio por el paro y las manifestaciones. Todo esto muy probablemente también afectará el desempeño destacado que comenzó a tener la industria manufacturera en el país en el primer trimestre del año.
Resultan muy perjudiciales para la economía los impactos mencionados, pues se afectan otros indicadores que están altamente asociados al desempeño económico, como el desempleo y la tasa de ocupación, en momentos además de creciente informalidad y pobreza por efecto de la pandemia. Es muy posible que el paro esté mandando al traste la reactivación económica que requería el país para comenzar a revertir esos duros y perversos efectos del covid-19.
El paro surge, en parte, de movimientos sociales que reivindican mejores condiciones de vida y más oportunidades; pero cuando se combina con bloqueos y ataques a las empresas y al comercio, los resultados y consecuencias, tal como acabamos de mencionar, serán contraproducentes para esas mismas condiciones que motivaron las movilizaciones. Lo anterior con un ingrediente adicional, y es que como sociedad venimos cansados y con algunos deterioros en la salud mental como consecuencia del covid-19 y sus medidas diversas asociadas, que han generado confusión e incertidumbre, miedo y desesperanza, atizando así un paro violento e indefinido. De ahí la necesidad de tramitar con celeridad el diálogo y los acuerdos para salir de esta encrucijada. De ese tamaño es el reto inmediato que tiene el Gobierno en todos sus niveles, las otras ramas del Estado y todos nosotros como sociedad