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Son muchos los contenidos atinentes al tema útiles para abrir los ojos y hacer despertar las conciencias sobre los riesgos temibles que rodean a los muchachos.
Por Juan José García Posada - juanjogarpos@gmail.com
No seamos indiferentes con el espeluznante problema local y mundial de la delincuencia homicida de menores de edad. La explosión informativa con los aranceles de Trump, las guerras nuestras y ajenas y todos los conflictos actuales tienen obvia importancia, pero no es aceptable que por tratarlos se oculte el influjo protervo de las redes sociales y los influencers tóxicos, que aprovechan la vulnerabilidad de niños y jóvenes y su indefensión ante el matoneo y otras formas de violencia que los inducen a incurrir en conductas delictivas tan alarmantes como las que se narran en varias producciones de cine y televisión visibles en estos días. Tal es el caso de la miniserie inglesa Adolescencia, en la cual aparece Jaime, un niño de trece años sindicado de asesinar a una compañerita de estudio.
Ha sido tal el impacto de esa producción de Jack Torner y Stephen Graham y dirigida por Philipe Barantine, que el primer ministro británico, Keir Starmer, después de verla con sus dos hijos menores dio la instrucción de que se incorporara al material de estudio de los colegios de secundaria como instrumento preventivo y pedagógico, mejor que las salvaguardas legislativas. La BBC ha ofrecido no pocos contenidos sobre la miniserie. La vi después de leer un domingo la columna de Lina María Múnera en El Colombiano. Aunque le digan a uno reiterativo, machacón, es ineludible la responsabilidad periodística y ciudadana de propiciar el conocimiento y la pedagogía sobre una cuestión de primer orden, sobre todo porque es preciso hacer algo que valga la pena, además de reconocer la extrema vulnerabilidad de los adolescentes nuestros ante las arremetidas de tantos delincuentes amparados en el anonimato feroz de la internet.
Han aparecido otras producciones cinematográficas afines a Adolescencia. Una de ellas es la película Tu hijo, protagonizada por el popular actor español José Coronado, quien aparece en el papel de médico cirujano. Su hijo Marco queda en estado de coma al ser víctima del linchamiento brutal de una pandilla de amigos frente a una discoteca. En gran síntesis, el muchacho, de 17 años, había violado a su novia en tremendo ataque de celos y los amigos cobraron venganza. Tiene algunas similitudes con Adolescencia. Ninguna de las dos se basa en sucesos reales, pero sí reúne elementos para construir una suerte de arquetipo narrativo muy verosímil. En ambos casos y en otros los padres se han engañado sobre los malos pasos en que andan los hijos, el tipo de amistades perniciosas y la capacidad de convertirse en delincuentes.
Son muchos los contenidos atinentes al tema útiles para abrir los ojos y hacer despertar las conciencias sobre los riesgos temibles que rodean a los muchachos, las tentaciones violentas, la afiliación a barras, patotas o manadas que sobrepasan todos los límites y, claro está, el exceso de confianza de los padres. Se preguntaba por televisión: “¿Sabe usted dónde están sus hijos en este momento?” Más pertinente es, como lo sugería un agudo tertuliano, preguntar dónde están sus papás.