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Ser una nación marginal, invisible o secundaria ha sido responsabilidad exclusiva de los colombianos, como lo fue de los irlandeses. Que nos dé vergüenza o no presentar el pasaporte de la patria es responsabilidad de todos.
Por Juan Carlos Manrique - jcmanriq@gmail.com
Según el índice Henley, para el 2025 los pasaportes más poderosos del planeta, bajo el criterio del número de destinos que permiten el ingreso sin visa de sus nacionales, son: Singapur (195 destinos). Japón (193). Francia, Alemania, Italia, España, Finlandia, Corea del Sur (192). Austria, Dinamarca, Irlanda, Luxemburgo, Países Bajos, Suecia, Noruega (191). Colombia es el tercer país con el mayor progreso entre 2015 y 2025. Su pasaporte ascendió del puesto 75 al 37 y hoy permite el ingreso sin visa a 134 destinos.
De esta lista de pasaportes poderosos, la República de Irlanda ilumina con creces el camino. Ríos de sangre han forjado su historia. El Acuerdo de Viernes Santo, firmado en el 98, le puso fin al conflicto que durante 30 años dinamitó la paz y la vida de la región. Los irlandeses pasaron de la pobreza y del conflicto a la riqueza y a la paz. De ser un país muy pobre a ser el país con uno de los PIB per cápita más altos de Europa. U$106,000. Como reseñan los escritores, en los 90, Irlanda del Norte era mucho más rica e ‘industrializada’ que la República de Irlanda, pese a encontrarse ‘conviviendo’ en la misma isla. Hoy, todo es igual, pero al revés. Los irlandeses son más ‘ricos’ que los ingleses, su eterno enemigo. Una genial manera de “vengarse”. Dejaron de exportar emigrantes, que inundaron las costas estadounidenses y comenzaron a exportar servicios e innovación. Dejaron de ser el patito feo de la región y se convirtieron en los receptores de las empresas más importantes del mundo.
“Estamos cambiando la conciencia del pueblo colombiano, como lo necesita y lo requiere para progresar en verdad, para adquirir dignidad, para adquirir plena conciencia de sus derechos, para no ser una nación marginal, secundaria. Para que no le vuelva a dar vergüenza a ningún colombiano al presentar el pasaporte de su patria”. Retumban las palabras de Luis Carlos Galán, pronunciadas en los mismos años cuando Irlanda era el patito feo.
Ser una nación marginal, invisible o secundaria ha sido responsabilidad exclusiva de los colombianos, como lo fue de los irlandeses. Que nos dé vergüenza o no presentar el pasaporte de la patria es responsabilidad de todos. Que muchos compatriotas tengan que emigrar en forma ilegal a otro país es nuestra responsabilidad. Sí, es nuestra responsabilidad.
¿Queremos que nos respeten y nos admiren? Bueno, pues a la tarea. No más carreta. La dignidad no se construye con una prosa disonante en las redes sociales. Parafraseando a Henry de Montherlant, la dignidad se escribe en blanco sobre blanco cuando no está soportada con logros. Los irlandeses superaron la discusión sobre su dignidad y lo mal que los trataban. Entendieron que en la ejecución estaba la diferencia y salieron de las trampas del subdesarrollo. Ese fue su verdadero y valiente acto de rebeldía. Luchar con rebeldía contra nuestro destino, contra nuestra tragedia griega, es únicamente nuestra responsabilidad. Ojalá comencemos ya, para que no le vuelva a dar vergüenza a ningún colombiano al presentar el pasaporte de su patria.