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Hay muchos exfuncionarios públicos caras duras. Han normalizado un comportamiento que raya en el cinismo. Cuando son despedidos de sus cargos, por arte de magia, recuperan su refundido espíritu de patriotismo. “Hay que salvar al país”, dicen con tono circunspecto.
Tono y patriotismo que no tuvieron cuando estuvieron en las mieles del poder. Un ejemplo reciente es Luis Carlos Reyes. Primero fue director de la Dian, con su famoso personaje de “Mr. Taxes” y posteriormente fue premiado con el Ministerio de Comercio (MinCIT).
Ahora y solo ahora que lo sacaron del ministerio con cajas destempladas, “Mr. Taxes” ha relatado todo lo referente al turbio mundo de las presiones que recibió de congresistas y altos funcionarios para el nombramiento de personas en la Dian, claramente para facilitar el contrabando.
Con una candidez y ternura Reyes dijo: “Estamos dándole a la justicia todo lo que requiere”. “Yo estoy colaborando como todo el mundo debería hacerlo”: Exministro, lo que requiere la justicia y este país, es de funcionarios probos con carácter que cuando tengan que decir que no, digan no. Denuncien a tiempo, y si es del caso, renuncien. Funcionarios que comprendan la magnitud del servicio público.
Pero Reyes nuevamente con su candidez y ternura, lanzó otra bomba. Que la regla fiscal ya se rompió desde cuando Reyes estaba en la Dian, porque este gobierno encontró el camino de inflar las metas de recaudo. “Fue preocupante que el Ministerio de Hacienda descubriera que podría cumplir la regla fiscal en el papel simplemente inflando las proyecciones de recaudo”.
Sin ponerse rojo, lanzó otra contundente afirmación: “Al gobierno del presidente Gustavo Petro le estaría yendo mejor si la transparencia en el manejo de las finanzas públicas hubiera sido el principio rector de la relación entre el Ministerio de Hacienda y el Congreso de la República”. ¡Ah! Sin duda esto es para un premio Oscar 2025 al mejor actor de reparto por caradura y cínico.
Y mientras todo esto sucede y se destruye la confianza de los colombianos y de los contribuyentes en las instituciones como la Dian, esta entidad intensifica sus acciones de cobro en el marco de la jornada “Al día con la DIAN, le cumplo al país.” Hágame el favor. A los colombianos que pagamos impuestos, la Dian, la del exdirector Reyes, la de los pitufos, nos invitan a cumplirle al país.
Y mientras todo esto sucede, la vicepresidente Francia Márquez dice que en el Gobierno hay corruptos que ponen en entredicho la esperanza del pueblo. Vicepresidente, sobre todo la esperanza de los más vulnerables. Los estudiantes que ya no tienen acceso al crédito del Icetex. Los pacientes que suplican por medicamentos. Los centenares de habitantes de regiones sin Estado como el Catatumbo, el Plateado o el sur de Bolívar, donde la guerra total llena los ríos de los territorios con caudales de sangre.
Y mientras todo esto sucede, ¡juepa je!, ya comenzó la campaña presidencial, para que pronto, tengamos nuevos exfuncionarios cara duras y cínicos. Claro, siempre y cuando sean de los nuestros, no importa. “Ladrón o no ladrón, queremos a Perón”. Porque Perón es de los nuestros.
