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Como ya se ha vuelto costumbre, las propuestas y reformas del gobierno Petro se distinguen más por su carácter populista y divisivo que por estar orientadas al desarrollo nacional. Las preguntas planteadas en la consulta popular revelada hasta el momento miran más hacia el pasado que hacia el futuro, e ignoran por completo una realidad que avanza con paso firme y arrollador: la inteligencia artificial.
Según un estudio del Fondo Monetario Internacional (2024), el 40% del empleo global está expuesto a la inteligencia artificial. En economías emergentes como la colombiana, el impacto podría ser significativamente menor debido a la alta informalidad del mercado laboral, que según el DANE alcanzó el 56% en el último trimestre de 2024.
Por su parte, un informe del Banco Mundial (2024) clasifica el impacto de la IA en tres categorías: aumento de productividad, automatización y “el gran desconocido”. Colombia se ubica como el séptimo país de la región con mayor susceptibilidad frente al avance de esta tecnología. El estudio estima que el 14% de los empleos en el país se volverán más productivos gracias a la IA, el 3% serán completamente automatizados y un 18% cae en la categoría del “gran desconocido”, es decir, trabajos cuyo destino ante la IA aún no se puede prever.
Además, se advierte que las mujeres educadas, que residen en zonas urbanas y trabajan en sectores como finanzas, banca y administración pública, serán las más afectadas por esta transformación. Por el contrario, algunas profesiones que podrían beneficiarse significativamente incluyen arquitectos, estilistas, agentes inmobiliarios, docentes y profesionales de la salud.
La reforma laboral propuesta por el gobierno Petro parece escrita para otro momento de la historia. Tanto en sus motivaciones como en su contenido, desconoce la inminente llegada del que probablemente será el cambio más disruptivo para la humanidad desde el surgimiento del Internet.
Temas clave como la implementación de programas masivos de formación tecnológica para que los trabajadores colombianos puedan aprovechar las oportunidades que ofrece la IA, la aceleración del acceso a Internet de alta velocidad en todo el país, y el diseño de mecanismos de protección para los sectores más vulnerables frente a la automatización, son algunas de las recomendaciones del Banco Mundial frente a esta nueva realidad.
Permanecer anclados en debates sobre recargos nocturnos, rigidez contractual o la regulación de aportes a seguridad social para trabajadores de plataformas digitales, son apenas paños de agua tibia frente a la bola de nieve que representa la inteligencia artificial para el mercado laboral. Y, sin embargo, sobre este tema, el silencio del Gobierno es absoluto. Una nueva reforma laboral debería incluir el impacto de la IA sobre el mercado laboral colombiano y en la medida de lo posible, preparse para ello.
