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Me gustan mucho los pódcast que se están haciendo en el país. Mis preguntas, de Roberto Pombo, Huevos Revueltos, de La Silla Vacía, Urbi et Orbi y Aquí se habla de energía, de Celsia, son los que más me enriquecen. Sin embargo, hay uno que sitúo por encima del resto, y es A Fondo, de María Jimena Duzán. Me encanta porque me pone a pensar, porque me cuestiona y me incomoda, ya que no solo señala mis fisuras, sino que me invita a replantear algunas de mis posiciones sobre temas varios. Y por qué no admitirlo, porque me hace sentir como un idiota no pocas veces.
El sábado pasado actualizó un episodio de marzo de 2024 que yo no había visto: Las élites en los tiempos de Petro. Desde que vi el titular lo juzgué. –No jodás, ¿la Duzán haciéndole el juego al discurso corrosivo del presidente Petro?–, me dije. La curiosidad me pudo y saliendo de la oficina a un centro comercial a comerme un burrito en Sipote, comencé a escucharlo.
Una profesora del London School of Economics, Jenny Pearce, el profesor Juan David Velasco Montoya, y Duzán, conversaron acerca de la élite tecnócrata que ha llevado las riendas de nuestro país a lo largo del último siglo, una élite sobre todo proveniente de Bogotá, Antioquia y el Eje Cafetero. Pearce y Velasco realizaron un estudio muy serio al respecto.
Resulta que una abrumadora mayoría de los gerentes del Banco de la República, de los presidentes de la ANDI y de la Federación Nacional de Cafeteros, así como los ministros de Hacienda, es originaria de alguna de estas tres regiones. Claramente, en un país con 32 departamentos, esto en sí ya explica por qué tantas zonas han sido dejadas en un triste olvido y razón por la cual nunca ha cesado la crítica que desde la capital no se conocen los problemas verdaderos del país.
Más allá de las múltiples cifras que dieron en el episodio, la pregunta que más me quedó resonando es qué tan conectada ha estado esa élite tecnócrata con los problemas de un país tan complejo como este. Es indudable que esta élite ha hecho un excelente trabajo en mantener una estabilidad económica en lo macro, en darle un estatus muy positivo a Colombia en los mercados internacionales, ¿pero por qué no ha logrado resolver gran parte de las dolencias que nos aquejan?
Esta es una élite a la que le debemos mucho, pero ha sido también una élite engreída, llevada de su parecer, terca y hasta obtusa. ¿Puede que la llegada de Petro al poder también se haya debido a los problemas que esa élite ha ignorado? Siempre he defendido a los tecnócratas, pero esta charla me generó muchos interrogantes.
En los próximos meses, la editorial Penguin Random House publicará un libro de Pearce y de Velasco sobre el asunto, profundizando en la materia y respondiendo cuáles son las reformas que son posibles en Colombia. Lo espero con ansias.
