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¿Me puedes ayudar con Martín? Necesita alguien que le guie en el trabajo final de primaria, le pidieron elegir algo que él quisiera aprender para ser mejor ser humano y él eligió desarrollar su auto confianza. ¿tu puedes ayudarle? Y así acepté ayudar, emprendiendo uno de los caminos más gratificantes de este año, siendo la mentora de un joven de 12 años, hábido de aprender.
De manera inmediata saqué papel y lápiz, con la seguridad de quien cree saber de auto confianza estructuré una ruta de momentos de capacitación en donde recordando a Tim Ferris incluí charlas con Gerentes generales, abogados, diseñadores, emprendedores y referentes de la tecnología. Estaba segura de que cada momento tendría su magia y que Martín lograría extraer de cada uno de esos momentos información que le ayudaría a fortalecer la confianza que en él habitaba.
Juntos construimos las preguntas que realizaría en cada una de las entrevistas. Desde la conversación fuimos desarrollando un cuestionario que nos permitiera llegar al objetivo del proyecto, pero que a su vez nos dejara conocer la historia de esos mentores que habíamos elegido. Juntos caminamos por más de 10 entrevistas con reconocidos personajes del país, seres humanos que no dudaron en regalar su tiempo para ayudar a Martín en su proceso, personas con agendas ocupadas que tenían claro que al dar recibes y que sólo compartiendo el conocimiento se multiplica. Mujeres y hombres que le permitirían entender lo que se necesita para tener la confianza requerida para llegar a esas posiciones de liderazgo y transformar sectores como ellos lo habían hecho. Cada entrevista tuvo su magia y con cada una de ellas la magia de Martín se expandió, de esa primera charla tímida en donde leía las preguntas, surgió un joven seguro de la conversación y quien ya interpelaba a sus entrevistados, pasó de ser un lector de preguntas a un entrevistador que buscaba más información en cada una de las respuestas. En estos meses pude ver como la semilla de la autoconfianza fue creciendo en Martín, ya que es una semilla que cuando se planta y se nutre, de la misma florece un árbol robusto y frondoso que nos ayuda a sostenernos a lo largo de nuestra vida.
La autoconfianza es más que un simple rasgo de carácter; es una herramienta esencial que nos permite enfrentar desafíos, superar fracasos y perseguir los sueños con determinación y valentía. Nacemos con la capacidad de creer en nosotros: ¿De qué otra forma aprenderíamos a caminar? De lo contrario con la primera caída diríamos: no, caminar no es para mí. Pero con los años olvidamos esa autoconfianza, la duda y el temor al rechazo por no lograr lo que consideramos es “correcto” y “perfecto” se apodera de nosotros, e intentamos aprender a caminar, pero frente a las primeras caídas y las miradas del publico decimos: “esto de caminar no es para mí”.
Cuando iniciamos el camino, partí de la convicción de estar dándole herramientas a Martín, desde nuestra primera conversación supe que el proceso de aprendizaje sería para los dos, cada conversación y reflexión que hacíamos me hacía comprender que quien más necesitaba esa convicción de creer en si misma era yo. Así que hoy, a través de esta columna, quiero darle las gracias a Martín. Su búsqueda interna por ser mejor persona me llevó a reflexiones profundas y a encontrar herramientas que me ayudarán a entender los cambios en mi vida, su búsqueda interna me llevó a reconocer mi poder y capacidad de ejecución.
Y tu que llegas al final de este artículo, permíteme preguntarte: ¿Qué puedes aprender hoy que te convierta en una mejor persona mañana?
