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Democracia y globalización, ¿en cambio?

27 de enero de 2025
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  • Democracia y globalización, ¿en cambio?
  • Democracia y globalización, ¿en cambio?

Por Alejo Vargas Velásquez - vargasvelasquezalejo@gmail.com

¿Estamos cerca de una transformación del orden internacional? Todo indica que después del Tratado de Westfalia que puso en marcha un orden estado-céntrico basado en la soberanía y el control territorial las relaciones internacionales adquirieron una lógica, que posteriormente, en los tiempos más contemporáneas fue desbordado en su centralidad por la emergencia de múltiples actores no estatales.

El período conocido como la Guerra Fría, posterior a la segunda guerra mundial estableció un orden internacional predecible, basado en la bipolaridad entre Estados Unidos–URSS, que se basaba en alianzas militares, pero especialmente en la disuasión nuclear –el equilibrio del terror, como lo denominaron algunos-. Terminada la Guerra Fría con la disolución del bloque de países que se autodenominaban socialistas y la disolución de la propia URSS, se comienza un período basado en la predominancia de la economía de mercado y la democracia liberal –que tiene como elemento problemático en la base el sistema de valores occidentales- por cuanto la pretensión de universalización de los mismos va a chocar con otra serie de culturas y valores, poniendo en cuestión, en la práctica, lo que se consideraba era la pretensión de la globalización, por cuanto allí se estaba era intentando universalizar el sistema de valores occidentales y esa es una de las pistas más importantes para entender la crisis contemporánea de la democracia liberal y del sistema de gobierno basado en el modelo de la democracia occidental.

Hoy día y especialmente este período que inaugura el retorno a la Presidencia de USA de Donald Trump –un líder sui generis, amigo de los liderazgos fuertes, con valores conservadores, partidario de la economía de mercado, ojalá sin reglas, dispuesto a subordinar el mundo a su idea de América Primero donde los aranceles en lo económico juegan un rol central, pero que decididamente se niega a hacer la guerra a otro país, no encajando en los criterios tradicionales de imperialista-, parece enfrentarnos a un proceso de alteración del orden mundial. No simplemente por un cambio en el posicionamiento de los países o cual es el nuevo orden a partir de ciertos indicadores –entre otras razones porque no existe aún un consenso a nivel internacional al respecto- y necesario para que se consolide, en la medida que existen múltiples dimensiones del mismo –militar, población, tecnología, diplomacia, cultura, entre otros- que darían diferentes valoraciones y escalas, si se quiere, pero difícilmente derivar de allí el poder de los Estados y que permita establecer comparaciones entre ellos; por ejemplo, China puede y seguramente lo lograra en poco tiempo superar económicamente a USA, pero está lejos de tener la influencia cultural y política que tienen los Estados Unidos.

Es decir, hay implícito todo un sistema de valores, que no estoy seguro se vaya a lograr universalizar y que la propia crisis de credibilidad de la democracia liberal, que existe actualmente, no es precisamente algo que facilite la consolidación de una nueva globalización –algunos plantean que con el inicio del segundo gobierno Trump hay un fin simbólico de la globalización neoliberal- sino más bien la coexistencia e imbricación de varias globalizaciones o como podría alguien decir una serie de globalizaciones mestizas.

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