Un alarmante informe del Observatorio Laboral y la Facultad de Economía de la Universidad del Rosario revela que el sistema pensional colombiano está al borde del colapso o una bomba de tiempo a punto de estallar, dejando a la mayoría de los adultos en edad de jubilación sin ninguna posibilidad de recibir una pensión digna.
El estudio, titulado “El sistema pensional colombiano: Retos y perspectivas de reforma”, del Observatorio Laboral y de la Facultad de Economía de la Universidad del Rosario, expone cifras desalentadoras:
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- Solo el 21,33% de las personas en edad de pensión (57 años para las mujeres y 62 años para los hombres) recibían una pensión en 2023, lo que representa una disminución del 8% en comparación con 2021.
- La población de edad avanzada está creciendo a un ritmo acelerado, lo que ejerce una presión cada vez mayor sobre los sistemas de seguridad social y pensiones.
- Las mujeres son las más afectadas por esta crisis: solo el 46,85% de las pensionadas eran mujeres en 2023, y esta cifra ha ido deteriorando desde 2020.
- Una parte significativa de la población de edad avanzada no tiene ingresos laborales ni pensiones, y esta situación no ha mejorado en los últimos años.
- Las diferencias de género son evidentes: el 30% de los hombres no tienen ingresos laborales o pensionales, mientras que esta cifra se duplica en el caso de las mujeres.
- La falta de ingresos en la vejez obliga a los adultos mayores a dedicar más horas a tareas no remuneradas en el hogar, aumentando su dependencia económica.
- El sistema presenta serias deficiencias, como el movimiento entre fondos pensionales que desfavorece a los cotizantes a largo plazo.
- Las personas próximas a jubilarse no cumplen con los requisitos mínimos de cotización para obtener una pensión.
¿Qué dicen los expertos?
Según el informe, que analiza el estado actual del sistema pensional colombiano en medio de las propuestas de reforma presentadas ante el Congreso de la República, la tendencia creciente de la tasa de envejecimiento es indicativa de un cambio en la estructura demográfica del país.
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“La transición hacia tasas de mortalidad y natalidad más bajas conlleva una reducción en la proporción de personas en edad laboral respecto a los adultos mayores, lo que ejerce una presión adicional sobre los sistemas de seguridad social y pensiones. Esto expondrá a los adultos mayores a una mayor situación de dependencia y vulnerabilidad socioeconómica”, explicó Nikol Ávila, una de las autoras del estudio.
Por su parte, Sofía Barreto, investigadora del observatorio, indicó que, aunque el país está en un periodo de bono demográfico, dentro del grupo de las personas pensionadas la mayoría son hombres. “Para el año 2023, solo el 46,85 % de los pensionados eran mujeres, cifra que se ha deteriorado desde el 2020”.
Sobre este panorama, Isabella Guerrero, investigadora del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, sostuvo que una parte significativa de la población de edad avanzada carece de ingresos provenientes del trabajo o pensiones, cifra que se ha mantenido casi sin variación en los años de estudio.
El análisis por género arroja resultados preocupantes, al revelar que, aunque alrededor del 30 % de los hombres no tienen ingresos laborales o pensionales, esta cifra se duplica en el caso de las mujeres.
El investigador Carlos Felipe Holguín agregó que, en promedio, las personas en edad de pensión dedican cinco horas más a las actividades de cocina, una hora más al lavado de ropa, dos horas más a actividades de aseo general y dos horas más al cuidado de personas en situación de discapacidad, al compararlos con las personas que aún no han alcanzado la edad de pensión. “Esta situación se agrava aún más para aquellos que no reciben una pensión”.
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A su vez, Jessica Gil, investigadora del observatorio, explica que el sistema tiene una problemática asociada al movimiento entre fondos pensionales a medida que los años cotizados aumentan.
“De esta manera, hasta los 20 años cotizados se tiende a preferir el fondo privado sobre Colpensiones. Sin embargo, esta tendencia es decreciente desde de los 10 años cotizados, dando como resultado que, a partir del año 21 de cotización, los cotizantes prefieran afiliarse a Colpensiones”.
Finalmente, Julián Montañez, investigador del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, insistió en que, en promedio, las personas mayores de 55 años tienen una media de 20 años cotizados. “Esto es preocupante porque supone que las personas próximas a pensionares o en edad de pensión no cumplen las semanas necesarias para obtener dicho beneficio”, dijo.