“Durante la semana de receso vale la pena visitar en familia también destinos con vocación turística, menos explorados, que ofrecen experiencias auténticas y relacionadas con entornos más naturales, históricos y culturales”, explicó Paula Cortés Calle, presidente ejecutiva de Anato.
Uno de ellos, dijo, es Tolima, donde se encuentra la Ciudad Perdida de Falan. “Sus ruinas se hallan en la ronda hídrica de la quebrada Morales, cuenta con un sendero ecológico con puentes artesanales en guadua, y vistas a los bosques tropicales y cascadas naturales”.
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Entre otras cosas, los visitantes pueden hacer canopy, senderismo, espeleología, avistamiento de flora y fauna, además de bañarse en aguas cristalinas.
En el Tolima también se destaca la Represa de Prado “donde se pueden apreciar hermosos paisajes o visitar el Museo arqueológico y paleontológico”; así mismo, la Isla del Sol; la Isla Cuba y la Cascada del amor; o la Cueva del Mohán.
Ojo con Cundinamarca y Magdalena
Anato resalta, además, los “imperdibles” del departamento de Cundinamarca. El primero es el páramo de Chingaza, cerca a Bogotá e ideal para hacer avistamiento de osos y venados.
“Otro de los atractivos de Cundinamarca, para visitar en esta temporada es el Parque Chicaque, bosque de niebla de 300 hectáreas, ideal para tener una cercanía con la naturaleza”, menciona.
Minca, en el Magdalena, es conocida como la capital ecológica del país y otro de los infaltables en la lista.
Según la presidenta de Anato, estas son alternativas para vivir diferente la semana de receso, y actualmente son ofrecidas por sus agencias de viaje afiliadas.