Lo que sí destapó la cartera es que buscará un proyecto que permita recaudar $12 billones adicionales por año, para así llegar, por ejemplo, a redondear el Presupuesto propuesto para 2025, que será de $523 billones.
Entre las versiones que se han manejado, algunas apuntan a que la reforma exploraría reducir la carga fiscal de las empresas desde 35% a 30%, paulatinamente.
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La idea no termina de convencer a todos. Por ejemplo, la calificadora Moody’s afirmó que “las autoridades han hablado de una nueva reforma fiscal que reduciría la tasa del impuesto sobre la renta de las empresas, lo que podría ser positivo para la inversión, pero podría conducir a menores ingresos si no se incorporan medidas compensatorias”.
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Pero para políticos como Germán Vargas Lleras, debe haber una “reducción gradual del impuesto de renta, inicialmente al 32%, para llegar en tres años al 30% y dejarlo a ese nivel tanto para sociedades como para personas naturales que hoy llegan hasta el 39%”.
Así mismo, recomendó eliminar el impuesto al patrimonio de las personas naturales, disminuir el impuesto a los dividendos al 10% y eliminar toda forma de renta presuntiva, como el impuesto mínimo del 15% que grava las diferencias temporales entre la contabilidad y la declaración de renta.
