En los últimos años, Barcelona ha visto cómo la expansión de plataformas de alquiler a corto plazo, como Airbnb, ha generado un impacto directo en el mercado inmobiliario de la ciudad.
Un reciente estudio, titulado ¿Las plataformas de alquiler de corta estancia afectan al mercado inmobiliario? Evidencias de Airbnb en Barcelona, ha analizado detalladamente el efecto de Airbnb en los alquileres y precios de las viviendas en diferentes vecindarios de la ciudad.
Los resultados son claros: los alquileres han aumentado en un 1,9% en promedio, mientras que los precios de transacción subieron un 4,6%.
Por ejemplo, el mercado inmobiliario de Barcelona en 2024 evidencia que el precio medio de compra por metro cuadrado ha alcanzado los 4.393 euros ($20’352.329), con un fuerte crecimiento en el sector de viviendas de lujo, según datos de Grupo Tecnitasa. Este aumento se explica por la alta demanda de propiedades, frente a una oferta limitada.
De igual forma, de acuerdo con Tecnitasa, los arriendos han experimentado un incremento sustancial, con un alquiler promedio que ha llegado a los 22,4 euros ($103 mil) por metro cuadrado, un 17% más que el 2023. La escasez de oferta, sumada al incremento de la demanda, ha sido determinante en esta subida, especialmente en las áreas céntricas de la ciudad.
Otros resultados de la investigación
El impacto no es homogéneo, ya que los barrios con mayor actividad de Airbnb han experimentado aumentos más pronunciados. En estas zonas, los alquileres llegaron a subir un 7%, y los precios de transacción hasta un 17%.
Esta situación genera preocupaciones entre los residentes, quienes ven cómo la turistificación de sus barrios encarece la vivienda, provocando desplazamientos.
El estudio analizó cómo la expansión de Airbnb afecta tanto los precios como la oferta de viviendas a largo plazo. Uno de los hallazgos más importantes es que, en los vecindarios con mayor presencia de Airbnb, el número de hogares permanentes disminuye, lo que sugiere que muchas propiedades se están destinando exclusivamente a alquileres para turistas.
Si bien la plataforma permite a los propietarios obtener ingresos adicionales, también contribuye a la reducción de la oferta de alquileres a largo plazo, lo que encarece la vida para quienes buscan residir en la ciudad.
Es decir, muchos propietarios prefieren ofrecer sus propiedades a turistas, lo que ha reducido la disponibilidad de viviendas para arriendo a largo plazo, contribuyendo a la crisis habitacional que enfrenta la ciudad. Este fenómeno ha empujado los precios de los alquileres a niveles que dificultan el acceso a la vivienda para los residentes locales.
Este fenómeno ha llevado a que Barcelona, al igual que otras grandes ciudades como París o Nueva York, implemente políticas locales para regular estas plataformas, como la exigencia de permisos o la limitación de los periodos de alquiler.
Para enfrentar esta situación, el Ayuntamiento de Barcelona ha tomado medidas regulatorias importantes. A partir de 2028, se prohibirán los alquileres turísticos como los ofrecidos por plataformas como Airbnb, con el objetivo de liberar propiedades para los residentes y estabilizar el mercado de arriendos.