Las exportaciones e importaciones de China cayeron en julio 14,5% y 12,4%, respectivamente, unas cifras que hablan de la lentitud en la economía global y que coincide con las expectativas que apuntaban a un año con una generación de riqueza discreta. Esto debido a la alta inflación que está golpeando a los países desarrollados y emergentes.
Colombia tiene velas en este entierro porque, según los más recientes reportes del Dane, entre enero y junio de este año, China fue el cuarto país al que más exportaron las empresas nacionales.
Las ventas exteriores al gigante asiático valieron US$1.207 millones. Por ello, Alexánder Ríos, analista de Inverxia, indicó que esos datos son una pésima noticia y reflejan un momento adverso para la segunda economía más fuerte del mundo.
“Pésima noticia para países como Colombia que depende mucho del comercio con este país. Cuidado que esto tiene impacto en el tipo de cambio”, expuso el experto al poner de presente un tema que no es menor: el precio del dólar.
Como al final de cuentas la cotización de la divisa estadounidense depende de la cantidad que ingresa para ser negociada en el mercado oficial, si las exportaciones merman, inevitablemente también disminuye el flujo de capital y el dólar sube por efecto de escasez.
Las compras de China a los demás socios comerciales han caído por la desaceleración económica que se está viviendo allá. Teniendo en cuenta que el consumo de los habitantes está poco dinámico, merma la demanda por los productos importados.
Por ejemplo, los registros del Dane indican que, en el primer semestre, Colombia le vendió US$534 millones en petróleo y esto representó una estrepitosa caída de 66% frente a los US$1.573 millones vendidos en el mismo periodo de 2022.
Sin embargo, los productos de la canasta no petrolera crecieron 135%, toda vez que esos despachos totalizaron US$672,2 millones hasta junio y superaron notoriamente las ventas por US$286,3 millones alcanzadas en la primera mitad de 2022.
Los expertos se mantienen atentos a la evolución de la economía interna de China, dado que es uno de los principales consumidores de petróleo en el mundo y el desempeño del mercado, en general, en buena parte depende de la demanda interna del gigante asiático.