Desde mediados de 2023, el Gobierno Nacional viene anunciando una política de recuperación económica en Colombia, dada la necesidad de proteger empleos e impulsar sectores que, como la construcción, generan impacto en el corto plazo.
Sin embargo, según la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), transcurrido más de un año, dicho plan no ha sido implementado y, por el contrario, “las políticas públicas adoptadas podrían disipar los esfuerzos que desde el sector privado se vienen realizando para reactivar la vivienda”.
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En este sentido, una de sus principales preocupaciones es que la menor disponibilidad de subsidios vuelva a generar un crecimiento en el número de hogares que deben desistir de la compra de su vivienda.
Guillermo Herrera, presidente del gremio, advirtió que, de no implementarse un plan de reactivación urgente, para 2025 los desistimientos de vivienda, sumando VIS y No VIS, ascenderían a 49.000, “algo que nunca se había registrado”.
De hecho, cifras de la Empresa de Vivienda de Antioquia (Viva) arrojaron que entre enero y septiembre de este año los subsidios de Mi Casa Ya en el departamento cayeran 25% frente al mismo periodo de 2023.
Esto provocó que este año 31 de cada 100 antioqueños renunciara a comprar casa por no lograr acceder a los subsidios del Gobierno Nacional.
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Cabe recordar que entre 2021 y 2022 el número de desistimientos a nivel nacional se ubicó en alrededor de 12.000; mientras en 2023 llegó a más de 30.000, pues fue uno de los peores años para la industria debido a las altas tasas de interés, inflación e inconvenientes en la entrega de subsidios, lo que hizo que a los colombianos les quedara más difícil acceder a una vivienda propia y a los constructores alcanzar su punto de equilibrio.