x

Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

language COL arrow_drop_down

La economía pasó el primer semestre raspando

La economía colombiana ha enfrentado un año 2024 lleno de altibajos en un contexto global poco amigable.

  • Los sectores que tuvieron decrecimientos más pronunciados fueron la industria, la construcción, el financiero y el comercio. Foto: Julio César Herrera
    Los sectores que tuvieron decrecimientos más pronunciados fueron la industria, la construcción, el financiero y el comercio. Foto: Julio César Herrera
La economía pasó el primer semestre raspando
22 de junio de 2024
bookmark

Colombia llega a mitad del 2024 con un comportamiento variopinto en su economía, con unos sectores que jalonan el crecimiento como la administración pública, el agro, minas y el sector energético; pero otros con decrecimientos pronunciados como la industria, la construcción, el financiero y el comercio.

En medio de estos desempeños divergentes, la actividad económica tiene a más sectores con cifras en rojo que en verde, como lo muestra el semáforo de EL COLOMBIANO, lo que evidencia la desaceleración, incluso un estancamiento en el crecimiento, pese a que el Indicador de Seguimiento a la Economía (ISE) marcó un repunte en abril del 5,5%.

Desconfianza

El exministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, no cataloga esta dinámica como algo coyuntural, ni un simple ciclo económico, sino algo mucho más profundo: “la falta de confianza”, que está impulsada por los constantes ataques y críticas del Gobierno hacia el sector privado.

“La percepción es que el sector privado es visto más como un enemigo que como un aliado, creando un ambiente hostil que ahuyenta la inversión tanto local como extranjera... Esa falta de confianza está ante todo por los planteamientos del Gobierno con respecto al sector privado, que siempre son de ataque, crítica y hostigamiento”, dijo.

En ese orden de ideas, el economista Germán Machado, docente de la Universidad de Los Andes, aseveró que, aunque el segundo semestre promete ser mejor, Colombia tuvo notas flojas en el primer semestre, presentó un crecimiento muy pobre en 2023, con una contracción de la construcción, el comercio y la industria.

“El año empezó con un primer trimestre creciendo al 0,7%, con lo que se completaron cuatro trimestres seguidos por debajo del 1%. Esto prueba que hay una necesidad urgente de reactivar la economía, impulsar al sector privado y promover la inversión (especialmente en maquinaria y equipo)”, recomendó Machado.

A renglón seguido, el analista puntualizó que, hasta ahora, la actividad económica ha estado por debajo de las expectativas y el crecimiento económico ha tenido que ser impulsado por el sector agropecuario y por el gasto público, debido a los problemas del sector construcción, del comercio y de la industria, en lo que se refiere a producción de alimentos, vehículos, textiles y prendas de vestir.

Un punto de quiebre

Bajo este panorama, el exministro Cárdenas advirtió que Colombia se encuentra en un momento decisivo. “Las cosas pueden o terminar de hundirse y el deterioro de la economía arrastrar la inversión extranjera, o cambiar un poco la actitud, generar más confianza, pasar del discurso negativo y pesimista a uno positivo y optimista”.

Aunque el gobierno de Iván Duque dejó una economía recalentada, con señales de deterioro, que requería un “aterrizaje suave”, Cárdenas aseveró que el gobierno de Gustavo Petro no ha manejado bien esta transición. “En lugar de estabilizar la situación se han generado más incertidumbres y temores entre los inversores... Es el resultado de políticas que han apagado los motores de la economía”.

Una mirada más optimista tiene Juana Téllez, economista jefe de Bbva Research, quien, en la actualización de proyecciones económicas, aseguró que la economía iniciará su recuperación más sostenida en la segunda mitad del año, debido a que se está pedaleando la reactivación económica y se espera un crecimiento del PIB de 1,8% en 2024.

En esta misma línea se sumó Machado, quien mencionó como noticia positiva el que Colombia, al parecer, haya superado su peor trimestre. Esto lo demuestra el ISE, que empieza a mostrar una tendencia mejor, así como el Índice de Producción Industrial, que creció 3,4% frente al 2023.

“Esto, junto a un segundo semestre donde se espera que el crecimiento supere el 2%, Colombia lograría crecer cerca del 1,5% durante el 2024 y más del 2,5% en 2025. Para esto, además influiría la buena noticia de que el Ministerio de Hacienda está contemplando medidas para incentivar el sector empresarial como reducir el impuesto de renta corporativo”.

En todo caso, hay que estar muy atentos a las nuevas cifras debido a que, con la caída del recaudo tributario y el recorte del gasto público, Colombia perderá uno de los motores que estaba impulsando la actividad económica, alertó Machado.

Es por eso que “el ciclo de moderación del crecimiento, que inició a mediados de 2022, tendrá un punto de inflexión en el segundo semestre de este año”, estimó Téllez. Pero, para consolidar la reactivación será clave activar la inversión en maquinaria y equipo, exportaciones y construcción.

Lo bueno, lo malo y lo feo

Daniel Gómez, profesor de Economía de la Escuela de Ciencias Económicas y Administrativas de La Sabana, resaltó entre las cosas buenas está la reducción de la inflación, “pasó de 8,35% en enero a 7,16% en abril y mayo. Si bien se encuentra aún por encima de la meta del Banco de la República (entre 2% y 4%), su disminución representa un aumento en el poder adquisitivo”. Otro punto destacado, según Gómez, es la estabilidad en el precio del dólar que se mantuvo hasta junio por debajo de los $4.000.

No obstante, hay aspectos no tan buenos. El docente calificó como malo la desaceleración en el crecimiento de la economía colombiana. En el primer trimestre la economía creció solo un 0,7%, con la mitad de los sectores productivos registrando crecimientos negativos.

“Los componentes de la demanda condicionaron el comportamiento de la actividad productiva. Durante cuatro meses consecutivos el Índice de Confianza del Consumidor registró una tendencia negativa situándose en -14,1 en mayo”. También señaló la inversión estuvo por debajo del 15% del PIB siendo el nivel más bajo en 15 años. “Esto refleja la contracción en la inversión de los sectores industriales, vivienda y construcción”.

Un aspecto negativo es el recaudo tributario del Gobierno, que se redujo en por lo menos $13 billones, con un déficit fiscal de aproximadamente $20 billones. “Esta complicada situación fiscal dificulta que el Gobierno pueda cumplir con el pago de sus deudas y lo obliga a recortar el monto de su gasto público”.

Y por último está lo feo de la economía colombiana. Para el docente, el clima de incertidumbre institucional generado por el Gobierno actual y su falta de apertura al diálogo en los trámites ante el Legislativo de sus reformas políticas y la narrativa de una Asamblea Constituyente generan desconfianza en los inversionistas al no tener claridad en las instituciones nacionales.

Un capítulo especial para la situación fiscal

El docente Machado explica que la situación fiscal de Colombia este año ha acaparado múltiples titulares. Se ha hablado del recaudo de impuestos, del cupo de endeudamiento, de la regla fiscal, del recorte en el gasto público y de las cuentas de mediano plazo del Ministerio de Hacienda.

Para él, hay varias preocupaciones. La más notoria, por supuesto, es que, por diversos motivos, el recaudo tributario está siendo menor de lo previsto en las cuentas del país. La segunda, que el déficit fiscal terminará en 2024 siendo mayor al que era hace algunos años antes de las tributarias del 2021 y del 2022. Esto tendrá que corregirse muy pronto.

“Sin embargo, en ese contexto, la decisión de recorte de gasto del Ministerio de Hacienda es muy buena noticia. Es una decisión difícil, responsable y seria que aporta credibilidad a las finanzas públicas. Además, es muy bueno que el Congreso haya aprobado el cupo de endeudamiento para cumplir sin problemas las obligaciones de la deuda pública del país”, resaltó el economista.

Precisó que, aunque el Marco Fiscal de Mediano Plazo tiene un sesgo optimista y presenta un mediano plazo que luce retador, fue una muy buena noticia que las cuentas fiscales presentaran un estricto cumplimiento de la Regla Fiscal. También es muy positivo estar contemplando que la deuda se haya estabilizado por debajo del nivel de 2022 y muy cerca del ancla meta.

En definitiva, la economía colombiana ha enfrentado un año 2024 lleno de altibajos, en un contexto global y local que no ha sido precisamente amigable.

Por un lado, aunque el camino ha sido difícil, hay señales positivas que merecen ser destacadas. En primer lugar, la inflación, que en mayo se estancó en 7,16%, muestra una tendencia a la baja gracias al control de precios en alimentos y otros bienes y servicios. Además, el PIB sorprendió con un crecimiento anual del 0,7% en el primer trimestre de 2024 y un aumento del 5,5% en el Indicador de Seguimiento Económico (ISE) en abril.

Sin embargo, no todo es color de rosa. A pesar del buen desempeño en algunos sectores, la economía en general sigue estancada. La inversión ha caído un 27% en los últimos doce meses, lo que es un golpe fuerte para el crecimiento a largo plazo.

Además, los ajustes fiscales anunciados, aunque necesarios, limitan la inversión pública, creando un entorno de incertidumbre y bajo dinamismo. El nuevo déficit fiscal del 5,6% del PIB deja poco margen de maniobra para enfrentar eventualidades y, en conjunto, estos factores podrían mantener el crecimiento por debajo del 3% anual, lejos del potencial de Colombia.

Infográfico
El empleo que buscas
está a un clic
Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD