Como en febrero la inflación había dado un leve respiro el Gobierno consideró que había tocado techo e hizo cuentas, por decir lo menos, alegres. El panorama es más que incierto pues ayer el Dane dio a conocer que a marzo los precios, en su variación anual, encarecieron 13,34%, alcanzando un máximo de 24 años.
En ese sentido causaron sorpresa las posturas del Ejecutivo. Primero fue el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, quien celebró que la comida esté bajando levemente de precio, pero viendo que en general todo sigue por las nubes les pidió a los empresarios de la industria y el sector servicios que ayuden a combatir la carestía.
Su pronunciamiento recordó las palabras del presidente Gustavo Petro hace un mes, cuando les sugirió a los bancos bajar la tasa de interés ante la difícil coyuntura, lo que en efecto terminó ocurriendo luego de que varios apostaran por ser más flexibles en tarjetas de crédito, principalmente (ver recuadro).
¿Pero están los empresarios en capacidad de asumir este nuevo reto? Parece difícil. Juan Carlos Tirado, gerente de la cadena EE Hoteles, valoró que el llamado de Ocampo le apunte a reducir los precios de servicios públicos, pero apuntó que a sectores como el que él representa les queda difícil dar una mano en este momento porque, incluso, todavía están pagando créditos solicitados para sobrevivir durante la pandemia.
Según el Dane, en los últimos doce meses la categoría de Restaurantes y Hoteles es la segunda que más subió después de la de alimentos, con un 18,67% (ver gráfico).
Para Tirado, en este caso encaja perfectamente la frase “ayúdate que yo te ayudaré”, porque para poder bajar precios se necesitan estímulos. En los alojamientos y la cadena turística, por ejemplo, sugirió reducir el IVA de los tiquetes aéreos del 19% al 5% y garantizar la seguridad y el estado de las carreteras –que aunados al cese de operaciones de Viva y Ultra están afectando la llegada de viajeros a Medellín–.
“Uno quisiera ayudar, pero las condiciones no se prestan (...) y para colmo viene una reforma laboral que para nosotros, que tenemos una actividad intensiva en mano de obra, puede aumentar entre 26% y 30% esos costos”, agregó.
En una línea similar, el investigador económico Luis Fernando Ramírez compartió que si el Gobierno quiere que los empresarios den una mano les debe dar ciertos estímulos.
“Uno se pregunta, sin aviación –en referencia al cese de Viva y Ultra–, carreteras afectadas y la gasolina subiendo mes a mes cómo pretenden que las empresas ayuden. En el tema de los tasas los bancos ya hicieron lo suyo, y los comerciantes, por ejemplo, están trabajando con menos márgenes de ganancia”, explicó.
A ojos de Ramírez, el Gobierno tiene que pensar en poner en pausa los agresivos –y necesarios a la vez– incrementos en el precio de la gasolina, o por lo menos hacerlos con menos fuerza; y al mismo tiempo recuperar la seguridad para el transporte de carga, que está teniendo que buscar vías alternas y pagar altos fletes, encareciendo todo.
Esta última situación la ha advertido Javier Díaz, presidente de Analdex, gremio del comercio exterior, quien dijo que debido a la tensa situación en el Bajo Cauca hay una proporción importante de materia prima e insumos que llegan desde el Caribe y debe moverse por vías alternas que hacen más costoso el transporte.
El hecho es que el pronunciamiento de Ocampo levantó ampolla en un sector empresarial que este año ha tenido que encarar la entrada en vigencia de la reforma tributaria aprobada el año pasado y sus cambios en impuestos, así como los altos precios y la subida de tasas de interés.
En concepto de Michel Janna, presidente del Autorregulador del Mercado de Valores de Colombia, si bien los empresarios pueden contribuir a bajar los altos precios, hay dos factores en los que el Gobierno es el único responsable y puede actuar primero: “Un gasto público que crecerá demasiado este año (2,3 puntos del PIB) y una devaluación que se nutre de la incertidumbre que generan los anuncios de marchitar aceleradamente los sectores petrolero y minero”.
Por el momento hay dos gremios que “le copiaron” al Ejecutivo. Según el presidente Gustavo Petro se acordó con la Andi y la Sociedad de Agricultores de Colombia diseñar e implementar medidas para la reducción de los precios de los alimentos.
Sin dar más detalles sobre el plan, el presidente de la Andi, Bruce Mac Master, indicó que “situaciones extraordinarias como los incrementos registrados en la inflación requieren de esfuerzos de todos. Hemos acordado trabajar conjuntamente para buscar soluciones. Hay temas macro y temas micro que están afectando los precios y la economía, hay que solucionarlos”.