“Cuando se habla de extraer, ahí no se habla de mucho trabajo. Extraer lo que ya está debajo de la tierra, llámese carbón, llámese petróleo, llámese oro, llámese níquel. Para extraer prácticamente no se necesita ni el cerebro”.
Esta frase del presidente Gustavo Petro levantó ampolla en los geólogos colombianos, quienes defendieron el trabajo que por años han adelantado para el desarrollo del país.
Las palabras se dieron en el marco de la instalación de la Asamblea Nacional Cafetera, espacio en el que el mandatario aprovechó para, nuevamente, criticar el modelo económico nacional.
Desde luego, las reacciones no se hicieron esperar. Por ejemplo, la Sociedad Colombiana de Geología cuestionó que Petro demeritó la importancia de la actividad minera en relación con el oro, el níquel, el carbón y la actividad petrolera en general.
“Esta postura menosprecia a miles de profesionales que han dedicado sus vidas al estudio, análisis y solución a los problemas técnicos del sector”, continuó el pronunciamiento.
Así mismo, recordó que cualquier actividad que implique explorar, explotar o extraer demanda varios años de intensa actividad científica y técnica.
El rechazo también llegó por parte de la Asociación Colombiana de Geólogos y Geofísicos de la Energía (ACGGP). “Rechazamos las palabras del Presidente, que demeritan la preparación y el trabajo de miles de profesionales colombianos que han dedicado su vida a buscar recursos que nutren la economía del país y de la sociedad colombiana”.
“Lamentamos que compare el ejercicio honesto y legal que realizan múltiples profesiones, con una actividad ilícita como el narcotráfico que tanto daño le ha causado al país y pedimos no sembrar más odio hacia el sector minero-energético”, agregó.
Esto, por tanto Petro manifestó que “lo que llega (al país) es un chorro de dólares por el petróleo, por el carbón y por la cocaína”.
Al cierre del 2023 los combustibles y productos de las industrias extractivas representaron el 52,3% de las exportaciones colombianas, tras sumar US$25.913,2 millones. Es decir, 1 de cada 2 dólares que llegaron al país por ventas externas provinieron de petróleo o carbón, entre otros.