Luego de un 2020 complejo, el sector gastronómico se está recuperando y las franquicias viven un proceso de reacomodamiento. Muchas de las tradicionales que sobrevivieron a la pandemia tienen planes de expansión, mientras que hay marcas emergentes —varias de ellas paisas— que están mostrando potencial para tener mayor incidencia en el mercado.
Aunque no hay una cifra exacta que indique cuánto facturan anualmente estos negocios, hay un dato diciente compartido por la Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica (Acodres): las 37 franquicias agrupadas en ese gremio tienen ventas por el orden de los $400.000 millones al año y generan unos 39.200 empleos directos.
Este es un renglón que, a juicio los expertos, puede generar crecimiento económico nacional. Por ello, la Corporación para el Desarrollo de las microempresas (Propaís) se dio a la tarea de buscar a los restauranteros con más proyección en Antioquia con el propósito de convertirlos en franquiciantes para que apalanquen a más emprendedores.
Luis Fernando Martínez, director de la unidad de microfranquicias de la entidad, detalló que ese rastreo inició en 2019 y se presentaron 170 negocios: “Pasaron por una prueba tipo Shark Tank en la que debían demostrarles a los expertos que ya estaban en el momento propicio para franquiciar. Ahí se tuvieron en cuenta varias cosas: número de puntos, operación formal y posibilidades de éxito”.
Una vez finalizado ese proceso de selección, detalló, fueron elegidas 10 marcas, de las que seis están dedicadas a la venta de esas comidas en plena tendencia: hamburguesas, alitas, pizza y costillas (ver gráfico). De acuerdo con el experto, por la calidad que exhibieron, ya pueden operar como franquicias, un modelo que ha tenido buena participación de los paisas, expresó Luis Felipe Jaramillo, presidente de la Cámara Colombiana de Franquicias (Colfranquicias).
En este punto, mencionó casos de éxito que ya existen en la región como el de Los Verdes, creada en 1995 y que ya tiene presencia en España. Datos del mercado indican que un local bajo la licencia de esta marca garantiza una facturación de $250 millones anuales.
Igualmente, Jaramillo contó que Empanadas El Machetico, que fue lanzada en 1985, ya cuenta con franquiciados en 55 ciudades de Colombia. Y no dejó por fuera a Dogger, que opera desde 1996 y tiene reconocimiento entre los consumidores colombianos y totaliza más de 100 puntos en el territorio nacional.
Otra paisa que pide pista
Lo que inició como un emprendimiento en 2017, hoy es una cadena que tiene cinco puntos de atención y su propio centro de producción en Medellín, además, ya cuenta con 145 empleados directos. Se trata Pigasus, el más reciente ganador del Burger Master en la capital antioqueña. Este es un negocio al que varios conocedores del tema consultados por este diario le ven buenas posibilidades de tener alcance nacional.
Oswaldo Natera, el fundador, relató que la pandemia le llegó después de haber hecho una alta inversión para abrir la sede en el Centro Comercial Mayorca, ubicado en Itagüí. Sin embargo, en medio de los confinamientos, no se quedó quieto, atacó el mercado con domicilios y empezó a llenar el espacio que estaban dejando otras marcas.
“En cuestión de tres meses —y aunque no estábamos preparados para los domicilios— nos dimos cuenta de que estábamos vendiendo lo mismo en comparación con los puntos físicos. Nosotros aprovechamos esa comunidad que habíamos creado en redes sociales: cuando llegó la pandemia, teníamos cerca de 40.000 seguidores”, narró el empresario.
En diálogo con EL COLOMBIANO, adelantó que hay posibilidad de abrir otros dos puntos este año y reveló que Bogotá está en la carpeta de futuras plazas. Si todo sale como se espera, Pigasus podría incursionar entre los capitalinos hacia 2023 y la idea del creador es tener presencia en todo el país.
Desde su punto de vista, Antioquia es un mercado exigente: “A los paisas les gusta estar bien atendidos. Yo creo que cuando una empresa es exitosa en Medellín, está preparada para cualquier terreno”.
“Nosotros queremos ser la empresa número uno de hamburguesas en Colombia y que nuestro logo sea identificado en cualquier parte”, comentó Natera, quien antes de emprender con su marca, ya había tenido experiencia en el área de las franquicias. Y pese a que no le fue mal, su deseo era posicionar una empresa fundada por él mismo.
Se recuperan las grandes
Según una encuesta recientemente elaborada por Colfranquicias, el 41% de los agremiados dijo que las ventas ya habían mejorado con respecto a 2019, considerado el último año de normalidad hasta la llegada de la covid-19.
En este sentido, Guillermo Gómez, presidente de Acodres, explicó que a las franquicias de alimentos no les fue tan mal como a los restaurantes de atención a la mesa, pero la utilidad todavía no se recupera al 100%.
El líder gremial confirmó que, tras la salida definitiva de algunas marcas, quedó un mercado flotante que se verá muy atraído por las marcas más prevalentes: “Eso es lo que está incentivando los planes de expansión en muchas franquicias”.
“Para dar un ejemplo —añadió— el grupo Alsea (que aglutina más de 20 marcas) ha tenido un plan de crecimiento exitoso, especialmente con Domino’s; un negocio que se fortaleció mucho en pandemia porque ya tenía el servicio de domicilios muy maduro. Starbucks, a pesar del golpe a la rentabilidad, ha abierto puntos muy exitosos y lo mismo Archies. Por otra parte, Sandwich Qbano es una de las franquicias importantes que tiene Colombia y ha logrado recuperarse de manera muy importante”.
Desde su óptica, la perspectiva es optimista. Sin embargo, llamó la atención sobre el tema tributario y señaló que a los pequeños emprendedores que compran franquicias suelen cargarles altos impuestos, toda vez que los asocian a las grandes marcas extranjeras con mayor músculo financiero. “Yo tuve la experiencia de ver afiliados que eran trabajadores de franquicia y se quebraron, muchas veces eso no le ve el mercado”
$400
mil millones anuales totalizan las ventas de las franquicias agrupadas por Acodres.