Las experiencias que ha dejado la pandemia de covid-19, entre muchas otras cosas, se ven en el cambio de chip sobre el modelo laboral que han tenido varias empresas y trabajadores. La Andi, por ejemplo, halló que en Colombia el 52,3% de las firmas consideró adoptar la alternancia (trabajar unos días en casa y otros en la oficina) de forma definitiva.
Pero al parecer ese no es el único viraje que deberán hacer las compañías para atraer y retener el talento. Los colaboradores quieren un cambio en todo sentido. De hecho, ManpowerGroup, empresa global de soluciones de capital humano, encontró que 49% estaría dispuesto a cambiar de empresa para mejorar su bienestar.
Significa que 1 de cada 2 trabajadores no ve con malos ojos irse a otra organización en la que pueda contar con mayores flexibilidades. Poder elegir las horas de inicio y finalización de su jornada; tener más días de vacaciones y desarrollar habilidades están entre los beneficios que más atraen a las personas, según Manpower.
“Un movimiento de masas para romper el estigma del silencio requerirá que los empleadores sean explícitos sobre su mayor deber de cuidar la salud mental, la riqueza, la empleabilidad y el bienestar”, explica la firma especializada, y añade que se espera que los empleados llamen cada vez más la atención a sus empresas sobre acciones para prevenir el agotamiento, construir resiliencia y aumentar la aptitud mental.
Y no se trata de un simple capricho. Este es un paso decisivo que las organizaciones deben dar, piensa Eliana López, executive manager de MichaelPage, firma especializada en reclutamiento de profesionales. “El mundo ha cambiado para siempre y las compañías que comprendan lo que buscan los trabajadores habrán ganado una gran ventaja: retener su talento. Sin embargo, es clave abandonar la idea del modelo antiguo de trabajo donde los empleados duraban años en una misma organización”.
¿Cómo lograr un equilibrio?
Desde MichaelPage se insiste en que la rigidez es cosa del pasado. Hay que abrir la puerta a que quienes deseen alternar puedan hacerlo, pues se ha observado que un 29% de los trabajadores renunciaría si su empresa no le permite laborar en remoto.
Las personas quieren, además, tener líderes empáticos, capaces de reconocer a los trabajadores por sus logros. “Cada vez será más frecuente que la fuerza laboral desee estar en una empresa con una misión clara y en la que sientan que su trabajo representa un aporte para la sociedad”, adhiere.
Ante esto, López acota que “la globalización, la no localización de los puestos de trabajo, la competitividad del mercado, el gran abanico de oportunidades y demás factores que se han apoderado del mundo laboral, nos impiden volver a ese escenario (anterior a la pandemia). Por lo que hoy por hoy buscamos retener, pero sabemos que la renovación será constante e imparable”.
Mirada en Colombia
En el caso de Colombia, datos del Mintrabajo indican que entre 3 y 4 millones de personas adoptaron el trabajo remoto durante la época más drástica de confinamientos por la pandemia. Incluso, se han sancionado leyes como la del Trabajo en Casa y la de Desconexión Laboral, buscando dar pasos hacia flexibilización.
Según el Dane, entre los 21 millones de personas ocupadas registradas el año pasado, la mayor parte (57,9%) dijo haber trabajado más de 40 horas a la semana. Además, el grueso de estas trabaja en comercio, industria y agricultura, lo cual dificulta la adopción de trabajo remoto.
En todo caso, varias organizaciones ya han empezado a virar hacia políticas laborales más flexibles. Recientemente un caso sonado fue el de Grupo Hada, empresa manufacturera con sedes en Manizales, Barranquilla y México que adoptó la estrategia de 4 días de trabajo por 3 de descanso, bajo el lema “no vivimos para trabajar, trabajamos para vivir”