Por ejemplo, José Ignacio López, presidente del centro de estudios económicos Anif, afirmó que el anuncio de conmoción interior y emergencia económica le añade incertidumbre a la economía colombiana, en un contexto ya incierto por las medidas que tome tome el presidente de EE. UU, que anunció aranceles para México y Canadá a partir del 1 de febrero.
“El Gobierno colombiano cuenta con las herramientas para enfrentar la preocupante crisis de seguridad del país y debe navegar el contexto de volatilidad externa”, agregó López.
En ese mismo orden, Sergio Guzmán, director de Colombia Risk Analysis, puntualizó que declarar estado de emergencia el mismo día que los mercados en EE. UU. están cerrados, el mismo día que se inaugura Trump y el mismo día que se anuncia un remezón en el gabinete de Colombia, “no es propiamente una formula para apaciguar los nervios de los mercados”.
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Por su parte, Germán Machado, analista y docente de Economía, precisó que lo más probable es que el Gobierno Petro opte por un impuesto temporal al patrimonio, un anticipo del impuesto de renta, que establezca el IVA para las apuestas en línea y que modifique la regla fiscal. “Esto último, además, le permitiría tener un margen adicional de gasto, déficit y deuda, que podría utilizar para hacer frente a la emergencia”.
Eso significa que, en la práctica, podría imponer una reforma tributaria, siempre que la destinación del recaudo de los impuestos vaya dirigida a financiar la solución al problema que originó la declaratoria de emergencia. Por lo tanto, según Machado, necesariamente todo el recaudo de estos impuestos debería destinarse a resolver la situación económica y social del Catatumbo.
Asimismo, la presidenta de la Cámara Colombo Americana, AmCham Colombia, María Claudia Lacouture, subrayó que el anuncio del presidente Petro requiere claridad en su motivación, alcance geográfico y medidas concretas. Es importante la acción inmediata. “Además debe ir acompañada de una recuperación efectiva, del control del territorio por parte de la fuerza pública, de lo contrario, los habitantes no recuperarán la calma ni su derecha vivir en paz y tranquilidad y la región seguirá en riesgo”, sostuvo.
En esa misma línea, Machado insistió en que no es tan claro que exista una justificación adecuada para la declaratoria de emergencia económica. No hay que olvidar que ese escenario exige que se presente un hecho sobreviniente imposible de anticipar. “Ese no parece ser el caso acá, así que es posible que el Gobierno Petro solamente decrete conmoción interior o que en unos meses veamos nuevamente cómo se declara inconstitucional una nueva emergencia económica del Gobierno Petro”.
Además, el exministro de Hacienda Mauricio Cárdenas le recomendó al presidente Petro que no intente revivir la reforma tributaria que el Congreso ya rechazó, aprovechándose de la delicada situación del Catatumbo. “Si va a utilizar los estados de excepción, concéntrese en resolver la crisis humanitaria, empodere y apoye a la fuerza pública para retomar el control del territorio”.
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Insistió en que el presidente Petro debe justificar que la situación actual es excepcional, y no un problema estructural de vieja data. Por eso, alertó sobre una posible intención fiscal detrás de esta medida. “No tengo la menor duda de que el presidente quiere usar estos estados de excepción para introducir impuestos que se cayeron en la Ley de Financiamiento, como el impuesto al patrimonio”, señaló.
En su mensaje, hizo un llamado al Gobierno para no utilizar la crisis del Catatumbo como pretexto para resolver problemas fiscales. “Si se requieren ingresos adicionales, que sea exclusivamente para atender la situación en el Catatumbo, no para las necesidades fiscales del Gobierno”, enfatizó.
Sin embargo, para el director de Colombia Risk Analysis, aún es temprano para sacar conclusiones sobre la declaratoria de emergencia en el Catatumbo anunciada por el presidente Gustavo Petro, ya que los decretos aún no han sido publicados. “Tenemos que esperar a conocer el decreto de declaratoria de emergencia, que debe estar firmado por todos los ministros. Esto podría tomar un par de días”, explicó.
Detalló que, específicamente, para el Catatumbo, no se justifica una nueva reforma tributaria o la suspensión de la regla fiscal, resaltando que cualquier medida debe centrarse exclusivamente en la región afectada.
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Sin embargo, advirtió sobre el estilo de gobernanza del presidente Petro. “El presidente ha tenido una interpretación bastante expansiva del poder ejecutivo y podría buscar ejercer esa autoridad en estos decretos”, señaló Guzmán.
El experto también cuestionó la premisa de la emergencia, dado que la situación en el Catatumbo no es repentina ni inesperada. “Esto ya se veía venir, con alertas de la Defensoría del Pueblo y organismos humanitarios. El gobierno no hizo mucho en su momento para enfrentarlo”, enfatizó.
Para Guzmán, la urgencia actual del Gobierno parece más una justificación para tomar medidas amplias que una respuesta genuina a una crisis imprevista. “La sensación es que el presidente siente que no tiene la libertad de acción que quisiera para implementar su política de seguridad y ve en esta situación una oportunidad para expandir su alcance”, concluyó.
Cabe recordar que esta es la segunda vez que Petro declara la emergencia económica, la primera fue en 2023 por la situación que se vivió en La Guajira, que en octubre del mismo año la Corte Constitucional la declaró inexequible; pero se estrena usando la figura del estado de conmoción, una especie de estado de sitio que se establece en el artículo 213 de la Constitución, y que hace 17 años no se decretaba en el país.
Entre las facultades que otorgaría el estado de emergencia económica están el desembolso de recursos extraordinarios, subsidios temporales y la creación e implementación de programas especiales para la atención de comunidades.
Por su parte, la última que vez que se recurrió al estado de conmoción interior fue durante el segundo gobierno de Álvaro Uribe Vélez, en 2008, por un paro en la rama judicial, que puso de manifiesto la opción de una excarcelación masiva de condenados.