Como el hachazo a la pata de un trípode compara el exrector de la Universidad EIA, Carlos Felipe Londoño, la próxima separación del Grupo Nutresa de sus socios históricos del llamado Sindicato Antioqueño, los grupos Sura y Argos.
El nombre de la holding de alimentos está sobre la mesa porque desde hace poco más de año y medio ha sido objeto de una oleada de ofertas de la familia Gilinski e inversionistas árabes del fondo IHC, que quieren controlarla.
En diálogo con EL COLOMBIANO, Londoño cuestionó el silencio de la sociedad frente a esta movida empresarial, analizó qué pasará con los pequeños accionistas de la compañía que separará su negocio de producción de alimentos de su portafolio de inversiones representado básicamente en acciones de Sura y Argos, y se atrevió a anticipar cuál será el futuro para lo que él llama el nuevo GEA.
Hace más de dos décadas, este ingeniero civil con estudios en gerencia, planeación, finanzas, educación, ciencia, tecnología e innovación, en compañía de Nora Elena Acosta esbozaron qué podría ocurrir con el GEA si el cruce accionario entre sus integrantes se reducía.
¿Por qué la puja hoy por Nutresa se asemeja a la que hubo hace más de 40 años por la entonces Compañía Nacional de Chocolates?
“Recordemos que entre los años 1979 y 1983 hubo intentos de toma que se dieron con la posesión de acciones de la Nacional de Chocolates por parte del Grupo Grancolombiano y después por el Grupo Santo Domingo, y este último también intentó hacer lo mismo con Sura. En esa época Fabio Rico Calle, que entonces era el presidente de Colcafé, fue quien estuvo comandando y liderando todas las actividades de renegociación con los nuevos adquirientes de esas empresas para poderlas volver a retomar. Con toda esa negociación se generó inicialmente, lo que fue el llamado el Sindicato Antioqueño”.
¿Pero el momento y el contexto eran distintos?
“Sí. Hay que acotar que en ese periodo no eran las cosas como estaban hoy, en la forma del foco y de la claridad con que se ha desarrollando este grupo de empresas, y que entonces observaban un mayor cruce accionario. Aquí hay algo que despista y es que se mencionó que el interés actual era ir detrás de Bancolombia sirviéndose de tomar acciones de las sociedades del GEA (Nutresa, Sura y Argos). Quizás aquí tenemos que ser un poco especulativos y decir que con el recurso adicional de los árabes, que sí tienen intereses en el sector de alimentos, y dado entre comillas el fracaso de la toma de Sura y Argos, ellos hayan tenido que hacer un giro para llegar al acuerdo anunciado hace poco para quedarse con Nutresa. Yo creo que habrá muchas cosas que quedarán como en los códigos reservados y que las personas que participan, pues por supuesto las conocen, pero que lo tienen que callar por muy diversas razones. Eso solo lo sabremos tal vez en 10, 15 o 20 años, pero lo cierto es que por lo menos queda la imagen de que había un objetivo inicial que luego tuvo que cambiar de rumbo”.
Entre Nutresa y la Compañía Nacional de Chocolates hay una grandísima diferencia...
“Para comparar lo que pasó entre 1979 y 1983 con la actualidad hay que aclarar que una cosa era tomarse una empresa y otra cosa, como tuvo que ser negociado, es un conglomerado como el que existe hoy con más de 100 marcas y compañías que subyacen detrás de Nutresa. Antes era una presencia meramente local, frente a lo que llaman hoy las Latam o multilatinas y con alguna presencia incluso en los Estados Unidos. Ese es un factor indudablemente de diferencia muy notoria entre el ayer y el hoy”.
Por más de cuatro décadas estuvo vigente el enroque del GEA. ¿Qué le pasó a esa figura?
“Puede que las respuestas que demos hoy no sean suficientes y que necesitemos más tiempo y una pausa desapasionada, porque usted bien sabe que en esto lo que se diga habrá gente que lo entienda como ataque o como crítica, y a otros les parecerá alabanza. En un libro escrito hace ya 21 años (Grupo Empresarial Antioqueño, evolución de políticas y estrategias 1978 a 2002) fuimos los primeros, en compañía de Nora Elena Acosta González, de recopilar toda la visión de lo que se había escrito y añadir muchas horas de entrevistas con los líderes empresariales que en ese momento eran Fabio Rico Calle, Adolfo Arango y Nicanor Restrepo Santamaría, en las respectivas cabezas de grupos. Obviamente, con el liderazgo de Nicanor se fueron focalizando todos los elementos porque en ese momento solo se hablaba del Sindicato Antioqueño y los cruces accionarios eran directamente entre las empresas. Quiero recordar que entonces existían inversiones en muchos otros sectores (textiles, comercio, hotelería), pero al clarificar los objetivos quedaban esas 3 cabezas o holding: Argos, Nutresa y Sura con Bancolombia incluido. Pero, antes de eso la propiedad cruzada era del orden del 70% y desde ese entonces, nosotros planteamos que esa era una fase, y que podría pasarse a una segunda etapa la cual era quitar el cruce accionario entre las cabezas y que esto quedara por debajo del 50% para que cada grupo quedará independiente”.
Es decir, ¿en su texto ustedes previeron el desenroque?
“Estaba previsto que pudiera suceder, pero que se diera de manera organizada. El cruce accionario se fue reduciendo del 70%, y quedó una vulnerabilidad que seguramente el Grupo de Gilinski tendría muy estudiada y haciéndole el seguimiento para saber en qué momento era el justo, digámoslo así, para dar el zarpazo. Esas son las circunstancias que por lo menos uno puede ver, pero quiero decirle que desde 2002 nosotros habíamos escrito que existía el riesgo de que si ese cambio no se hacía de manera organizada y estructurada, y se bajara ese porcentaje de propiedad por debajo del 50% podrían repetirse esas tomas que se dieron en los años 79 y 83, como efectivamente ahora sucedió”.
Con el acuerdo establecido en el que Nutresa pasa a manos de los Gilinski y de IHC, sin participación en Sura y Argos, una de las preguntas que surge es, ¿qué va a pasar con la sede de Nutresa?
“Aquí hay que mirar la historia hacia atrás. Si vemos lo que pasó justamente entre los años 79 y 83, pues hubo que negociar, entregando las acciones mayoritarias de otras empresas y, entre otras, recuerden compañías que tuvieron aquí gran sede como la Cervecería Unión o el Banco Comercial Antioqueño, y ¿qué queda hoy de esas empresas? ¿Qué hay hoy en Cervecería Unión?, una planta industrial. ¿Qué decisiones hay allí fuera de las propias de la producción? Ninguna, absolutamente ninguna. Ser un centro de decisiones tiene un valor y un mérito absolutamente fuerte para una ciudad y su desarrollo”.
Y Medellín es un meridiano o termómetro de decisiones...
“Cuando hablamos de Medellín entendamos que abarca al área metropolitana y ejerce una gran influencia en todo el departamento de Antioquia, que vivió la crisis que vivimos como ninguna otra parte del país, por el narcoterrorismo y el efecto de la guerrilla y de todos los grupos paramilitares y armados. Y estos grupos de empresas, en ese contexto, fueron uno de los valores grandes que se preservaron. Mire usted que tener un centro de decisiones en primer lugar atrae talento, y hay que quitar esa discusión de que si son antioqueños o vallunos o costeños o árabes o chilenos, eso no importa. Que vengan los talentos de donde fuere y que tan bueno que a esta ciudad venga talento, no de la geografía nacional solamente, sino de muchos otros países, pero que su centro de decisiones esté acá porque eso sí ayuda a formar y a jalonar otros servicios que se requieren. Eso sube el nivel, el estándar, la cultura empresarial y también, obviamente, los beneficios que le llegan a la comunidad. Todos nos perjudicamos o nos favorecemos de que haya empresas que impulsen el desarrollo digno de una ciudad. Esa calidad y ese empleo integran un sistema muy complejo en el que nadie puede decir que queda marginado y claro cada vez hay que ser más incluyentes frente a otros problemas muy diversos que tiene la ciudad. Creo que sí hay que hacer una sana presión social sobre los nuevos poseedores de Nutresa y decirles que esa historia, ese desarrollo, esa cultura empresarial y organizacional se debe preservar, que traigan la gente que sea, cambien sus directivos en lo que sea, pues tienen pleno derecho a hacerlo, pero que por lo menos en cuanto a principios en cuanto a cultura y en cuanto a su sede como sede de decisiones, se preserven. Habrá que pensar que seguramente ellos también harán fusiones, nuevas adquisiciones y harán desinversiones en función de su visión de lo que es este negocio para ellos”.
¿Y de cara a quienes por años fueron pequeños accionistas qué podría pasar?
“Mi percepción, aunque esto es absolutamente especulativo, creo que la gran mayoría va a vender y quizás preserven parte de la sociedad inversionista (la que surgirá luego de la escisión de Nutresa) para quedar con algunas acciones de Sura y de Argos”.
¿Qué viene para Argos y Sura sin ese pariente cercano como Nutresa?
“Creo que seguramente lo están haciendo ahora sus administradores es poderse concentrar en cuál será el futuro. Lo que pasó ya hay que abrir el camino a lo que viene hacia adelante y creo que se debe invitar a personas independientes, que participen y que estas sean muy estructuradas, formadas, y conocedoras en un análisis para definir ese futuro. Esto fue un hachazo, porque esto era como trípode al que le cortaron una pata, y entonces para algunos desaparece el GEA. Pero yo no creo. Es un nuevo GEA. Creo que quedan dos grupos muy sólidos que tienen que definir su futuro. Es válido entonces preguntar si es el momento de que no exista el cruce accionario entre Argos y Sura. ¿Quién garantiza que circunstancias como estas no se vayan a dar en el futuro? Entonces, creo que hay que hacer un análisis muy serio, profundo, desapasionado, y muy realista de lo que sea mejor”.
¿Pero qué podrá ser de Grupo Argos, por ejemplo?
“Argos se puede fortalecer muchísimo en el sector de infraestructura y recuerde que tiene negocios de cementos, concretos, materiales de construcción y las concesiones viales y aeroportuarias. Por el otro lado está la energía que ha sido un elemento fundamental en el desarrollo de toda la historia de la sociedad. Habrá que definir cuáles son las fuentes adecuadas de energía para dar respuesta al cambio climático. Es claro que tendrá que haber siempre energía, por lo que Argos tiene un potencial de desarrollo gigantesco, aunque es un sector muy demandante de capital y ese es el problema que si tiene que considerar. En energía se pueda fortalecer mucho más a Celsia, a tal punto que se podría que decir que se pueda separar de los negocios de cemento e infraestructura para constituir un grupo de energía sólido con presencia en América”.
¿Y que vislumbra para el Grupo Sura?
“En el sector asegurador vemos ahora por el lado de salud que hay una situación muy compleja con todo lo que el actual Gobierno quiere con sus proyectos de reforma, y no sabemos qué saldrá de todo eso. Pero, también se abren muchos campos el sector de la salud que después de la pandemia examinó y definió los sectores que tendrían el mayor desarrollo. Hay unos elementos nuevos que también hay en la salud para poder desarrollar, y vale la pena que ellos seguramente lo analizarán para propiciar futuros desarrollos con mucho conocimiento agregado, más que la prestación estrictamente del servicio hospitalario. Es decir hay otras facetas, así como lo es lo de las vacunas, o están los dispositivos biomédicos y muchas otras cosas que tengan alto conocimiento y valor agregado para abastecer al mundo entero”.
En diferentes escenarios usted ha criticado el silencio que ha rodeado el accionar de Gilinski contra el GEA...
“Toda esta situación deja muchas sombras y así lo he planteado en varias oportunidades frente, a por ejemplo, las actuaciones de las autoridades gubernamentales, que inclusive comenzaron desde el Gobierno anterior. Son cosas que no dejan de extrañar, la gente dice que es que ha habido ofertas y que de eso hay de todos los días en Estados Unidos. Pues sí, pero no ofertas de este estilo y no de un Gobierno que lo sabe y lo calla, y lo tiene o guarda para que después den los golpes de manera tan repetida y seguida. En eso creo que no hay muchos antecedentes para que no nos digan que es que estamos muy parroquiales en esto, pero ahí hay unos elementos que desafortunadamente lo llevan a uno a preguntarse el por qué hay tanto silencio. Además, ¿por qué los fondos de pensiones jugaron el papel tan triste y vergonzoso que jugaron? Y más particular con la arrogancia de no dar ninguna explicación, que no la han dado hasta el día de hoy. Han callado y entonces también uno cuestiona ¿por qué la sociedad calla? ¿Por qué también la dirigencia calla? Toda la dirigencia política, empresarial, universitaria, social, cuando estas compañías, más allá de quien posee la mayoría accionaria, han generado riqueza y desarrollo para esta región”.
A propósito, más que la separación de una compañía de otras, lo que se da es un giro a una historia empresarial de más de cien años...
“Ese es uno de los ángulos que quizás ha sido muy poco mencionado. Tal vez se ha salido con escasos renglones, haciendo alusión a que hay una historia detrás de estas empresas, pero profundizando muy poco en ellas. Yo quisiera hacer simplemente memoria de algunas de estas. Tras ese nombre de Nutresa, que es un nombre reciente, se escudan una serie de marcas, más de 100 en tantos otros sectores de alimentos, ya no solamente en lo que fue inicialmente de chocolates, galletas y confites, sino en pastas helados y cárnicos, es decir siete u ocho categorías de alimentos. Pero, para llegar a esto hubo un origen, cuando se fundó la compañía de Chocolate Cruz Roja, que fue en 1920, ya en 1924, adquiriendo el nombre de Compañía Nacional de Chocolates. Pero por el otro lado estaba la Fábrica de Galletas y Confites que se fundó en 1916. Y a partir de una alianza que hizo también con esa compañía de chocolates, empezó a llamarse la Fábrica de Galletas y Confites Noel, a partir del año 1933. E incluso para llegar a eso y es una parte de lo que se desconoce de esta historia cuando se compara con otras adquisiciones o tomas que se han hecho incluso de algunas organizaciones, podemos ir un poquito más atrás, para que no nos olvidemos el origen de estas sociedades anónimas, que fue diferente frente a lo que ocurrió en el Valle del Cauca, Bogotá o el Caribe en donde lo que se crearon fueron empresas familiares”.
¿Qué pasó?
“Acá es necesario devolvernos hasta el siglo 18, cuando el oidor Mon y Velarde hizo un relato al venir aquí, en el que decía que esta sería una de las provincias más pobres del Nuevo Reino de la Granada, de las más aisladas y trazó un plan que algunos consideran sería el primer plan de desarrollo para Antioquia. Mucho de ello estuvo basado en la minería, pues porque obviamente había todos estos recursos. Pero de ahí nacen las cosas, porque la minería es una actividad muy riesgosa, pues el minero empieza y requiere mucho trabajo. Cuando arranca la explotación en esa época sin maquinaria y todo a pura fuerza física fue necesario asumir el riesgo con la unión de voluntades, o sea que se juntaban las personas para poder dividir ese riesgo, y como no había quienes trabajaran a todos les tocaba ponerse de acuerdo para hacerlo. Todos a ponerse el overol bien puesto. Eso llevó a que se generara desde entonces una cultura de trabajo mancomunado que después, con el cultivo del café en el siglo 19, se siguió conservando y luego comenzó el desarrollo industrial desde finales del siglo 19 y comienzos del siglo 20, cuando surgieron las empresas que le dieron origen a lo que se conoce hoy como Nutresa. Creo que todo eso es muy importante y no se puede olvidar”.
Lo reciente
Tras una oleada de Ofertas Públicas de Adquisición (OPA) de la familia Gilinski por acciones de los grupos Sura, Argos y Nutresa, que inició en noviembre de 2021, el pasado 16 de junio estas empresas dieron a conocer el acuerdo marco que apunta a que IHC, JGDB, y Nugil sean titulares de una participación no inferior al 87% de las acciones de Nutresa, una vez se haya escindido y se le hayan excluido las inversiones en Sura y Argos. Nutresa dejará de ser accionista de Sura y Argos, e IHC, JGDB, y Nugil dejarán de ser accionistas de Sura. A su vez, los grupos Sura y Argos saldrán de las participaciones accionarias que poseen de Nutresa.