La Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo (Anato) citó cifras de Procolombia para informar que, en junio, se registraron 4.763 frecuencias semanales directas, es decir, un 16% menos que las 5.700 del mismo mes en 2022.
Todo indica que el mercado aéreo todavía está absorbiendo el choque que generó la salida de Viva, una aerolínea que llegó a cubrir cerca de 63 rutas y dinamizó el negocio con su oferta de precios más bajos.
Dentro de los destinos más afectados se encuentran Sincelejo, con una caída del 83% en el número de frecuencias semanales directas nacionales; San Andrés, con una baja del 42%; Montería, con una reducción del 40%; Pereira, del 38%, y Cartagena, del 30%, con relación al mismo mes de 2022.
“Esto demuestra que la región Caribe Colombiana, continúa siendo la más impactada con esta situación, lo cual preocupa teniendo en cuenta que nos encontramos en medio de la temporada de mitad de año y esta es de las zonas más comercializadas del país por tradición”, afirmó Paula Cortés, presidenta de Anato.
Sin embargo, existen casos como Ipiales, Bahía Solano, Riohacha y Barranquilla, que son los destinos con los mayores crecimientos en la conectividad aérea, alcanzando un 50%, 40%, 17% y 3%, respectivamente. A juicio de la agremiación, esto “se traduce en una oportunidad para que las agencias de viajes promocionen otras regiones del país, que igualmente cuentan con vocación turística”.
En todo caso, Anato hizo notar que se han visto de manera clara los efectos de la coyuntura aérea del país y, si bien el interés de los colombianos por viajar se mantiene, no se ha logrado recuperar la oferta de frecuencias con las que inició el año.
“Esta situación ha limitado de alguna forma la comercialización de productos y servicios de las agencias de viajes hacia algunos destinos, debido a una falta de conectividad aérea. Esto también está afectando a las comunidades de dichos lugares a donde tradicionalmente llegaba un número aproximado de visitantes”, puntualizó la presidenta del gremio turístico.