Un nuevo giro tomó el descalabro por unos 600 mil millones de pesos de la firma de libranzas Estraval, luego de la captura ayer de siete de sus cabezas y la solicitud hecha por la Fiscalía a las autoridades de Estados Unidos y Panamá para rastrear en esos países posibles activos ilícitos.
“Me causó mucha alegría conocer esa noticia. Esperamos que la justicia siga operando y que los inversionistas podamos recuperar nuestros dineros”, dijo a este diario uno de los afectados que perdió unos 800 millones de pesos, y quien pidió la reserva de su identidad.
Según el reporte de la Fiscalía, la detención de Juan Carlos Bastidas Alemán, cofundador y directivo de Estraval, se produjo ayer en la madrugada, cuando este ingresaba al país procedente de los Estados Unidos, adonde había viajado el pasado 5 de enero.
Las otros seis capturados corresponden al núcleo directivo de Estraval: César Fernando Mondragón (cofundador), Rosalba Fonseca Melo (representante legal), José Iván Castiblanco Fúquene (cofundador), Pedro Harold Carvajal (director y representante legal de Tecfinsa, compañía del grupo Estraval), Fernando Joya Rodríguez (gerente operativo) y Ángela Marina Daza Saavedra (gerente comercial).
A los detenidos se les imputan los cargos de: concierto para delinquir, falsedad en documento privado, estafa agravada, captación masiva y habitual de dineros del público, no reintegro producto de la captación, enriquecimiento ilícito y lavado de activos.
El fiscal General, Néstor Humberto Martínez, explicó que las evidencias recogidas por los investigadores pusieron de presente que dentro de las actividades de Estraval se encontraron varias conductas irregulares.
Se refirió a operaciones de venta que no tenían el respaldo de libranzas, venta de pagarés que estaban en mora, oferta de libranzas que ya habían sido canceladas y se negociaban nuevamente y el “gemeleo” de libranzas para ponerlas en venta, existiendo una sola obligación.