El 2023 fue un año de desafíos económicos y demográficos importantes para China: la caída del comercio, la amenaza de deflación, la crisis inmobiliaria, la disparada de la deuda y el envejecimiento de la población, provocaron que el llamado “milagro chino” se viniera abajo.
Esto quedó evidenciado en el débil desempeño que tuvo el gigante asiático el año pasado, pues su Producto Interno Bruto (PIB) cerró con un crecimiento de 5,2%, por encima de la estimaciones que apuntaban al 5%, pero por debajo de las tasas habituales de las últimas décadas, que rondaban el 6% y 7%.
También castigaron a la economía las tensiones geopolíticas con Estados Unidos y los esfuerzos de algunos países occidentales de reducir su dependencia de China y diversificar sus cadenas de aprovisionamiento.
Puede leer: Crisis inmobiliaria, deflación, envejecimiento y deuda, ¿fin del boom chino?
En cuanto al sector inmobiliario, la debilidad de la propiedad raíz es uno de los obstáculos más desafiantes para la recuperación del gigante. De hecho, el pasado mes de diciembre los precios de la vivienda nueva tuvieron su caída más fuerte desde el 2015, mientras las ventas retrocedieron un 8,5%.
A todo esto se le suma que el país también enfrentó una disminución acelerada de su población: terminó el 2023 con 1.409,67 millones de habitantes, una reducción de 2,08 millones frente a 2022.
Para dimensionar la situación, el declive es más del doble si se mira lo registrado en 2022, cuando la población china se contrajo en 850.000 personas, en la primera cifra a la baja desde 1960.
Esto, pese a que el país canceló hace años la restricción de la política de hijo único, e incluso implementó incentivos para que las familias fueran más grandes.
Entérese: Tras 10 años de negociaciones, China dio luz verde para exportación de carne bovina colombiana
¿Consumo va en picada?
En los últimos años, el consumo de los hogares se convirtió en el principal motor del crecimiento de China; sin embargo, esto se ha ido debilitando a medida que crece la desconfianza.
“China ha estado buscando una transición hacia una economía basada en el consumo, pero los cambios demográficos la han impactado. Por esto, pese a que el país ha cambiado y quiere establecer un programa a 2025 basado en el consumo, pasando de ser la fábrica del mundo, esto aún no lo ha podido lograr”, explicó Alejandro Godoy, consultor internacional.
Según el experto, un tercio de la población de China está por encima de los 65 años, por lo que se está quedando sin mano de obra joven.
De hecho, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la fuerza laboral de China, es decir la población en la franja de edad de 15 a 64 años, está contrayéndose, y se prevé que para 2030 disminuya aproximadamente un 1% cada año.
No obstante, y pese a que en Davos el primer ministro chino, Li Qiang, reconoció que el país está inmerso en una “transición hacia un crecimiento lento”, sostuvo que la clase media está creciendo, por lo que espera que “la demanda de los consumidores pasará de la cantidad a la calidad, y generará grandes motores de consumo”.
Consecuencias para A. Latina
A lo largo de su historia, países como Colombia se han caracterizado por establecer una alianza estratégica más hacia el Atlántico (Estados Unidos) que el Pacífico (Asia); sin embargo, en los últimos años China se ha convertido en un socio central para la economía colombiana en diferentes proyectos como Regiotram, el Metro de Bogotá, oleoductos, vías 5G, entre otros.
Vea más: China sacia su hambre de granos y cereales en Latinoamérica
Por tal razón, para Godoy, el débil crecimiento de la economía china tiene implicaciones frente al papel que hace de gran prestatario para países en desarrollo o emergentes.
“Si la economía china se desacelera, se habla que potencialmente este 2024 puede cerrar con una tasa de crecimiento del 4,5%, coloca en aprietos al cumplimiento de sus metas, como terminar el proyecto de la Ruta de la Seda para el año 2049; pero también a los países latinos, pues es un fuerte consumidor de sus materias primas y proveedor de tecnología”, anotó el analista.
Cabe destacar que China ha sido un importante socio comercial para las exportaciones colombianas: después de Estados Unidos, fue el segundo hacia el que más exportó Colombia en noviembre de 2023, pesando un 8,5% en las ventas externas.
Así las cosas, los datos del mercado chino no dejan de causar preocupación, pues que China esté consumiendo menos, para un país como Colombia, que depende de la demanda para vender, significa una disminución de las exportaciones.
