En los últimos días se conoció que la lujosa aerolínea árabe Emirates quiere aterrizar en Colombia para conectar a Bogotá y Dubái (Emiratos Árabes Unidos), haciendo escala en Miami (Estados Unidos). De obtener la venia de la Aerocivil, la operación de la excéntrica ruta empezaría el próximo 3 de junio.
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A Emirates la preside el jeque Ahmed bin Saeed Al Maktoum, quien hace parte de la familia real gobernante del Emirato de Dubái. Según Forbes, la firma registró ingresos de US$32.600 millones y activos por US$46.900 millones al cierre de 2023.
Además, su holding emplea a 109.000 personas en todo el mundo y como aerolínea vuela a 133 destinos entre Asia, las Américas, África, Europa, Oriente Medio y el Pacífico.
La línea aérea, cuyas operaciones arrancaron en 1984, cuenta hoy con más de 270 aviones y la mayor flota de Boeing 777 y Airbus A380 en el mundo.
¿Cuánto costaría un tiquete?
De hecho, en el caso de Colombia quiere volar el Boeing 777-300ER de 354 pasajeros, una configuración de tres clases y una capacidad de carga de 14 toneladas en cada trayecto.
En esta aeronave, Emirates ofrece clase Business, en la cual promete “lujos”, y una clase Turista con todo tipo de alimentos y entretenimiento. También promociona elegantes diseños de interiores, controles de luces y temperatura o pijamas para los viajeros, entre otros servicios.
Si bien el precio aún es una incógnita, la aerolínea Turkish Airlines, por ejemplo, ofrece el trayecto Bogotá - Estambul (Turquía) - Dubái a un precio de $4.820.540 el trayecto en clase económica, y de $10.539.100 en ejecutiva, para el 3 de junio, fecha en la que Emirates iniciaría en el país.
Árabes desembarcan en Colombia
La movida, si bien es pequeña dentro del negocio aeronáutico –solo en el aeropuerto El Dorado, de Bogotá, se operan 74 vuelos por hora–, es representativa en el sentido del creciente interés de los árabes por invertir en Colombia.
Evidentemente el ejemplo más fresco es el de Nutresa, que ya está en manos de los Gilinski y de sus socios árabes del conglomerado IHC, quienes han respaldado económicamente para cerrar el que hasta ahora pinta como el negocio del año.
Así mismo, IHC ya había invertido en el neobanco Lulo Bank –también de los Gilinski–, quedándose con una participación del 49,9% a cambio de US$199 millones.
A pesar de que los Emiratos Árabes aún son un mercado incipiente para el comercio exterior colombiano, los recientes anuncios son una suerte de campanazo de algo más grande. En 2021, el entonces presidente Iván Duque encabezó una comitiva que “se trajo” un proyecto de TLC entre Colombia y ese territorio (anunciado en 2022), el cual esperaba sellar antes de terminar su período.
No obstante, eso no pasó y el proceso para materializarlo se ha extendido al Gobierno del presidente Gustavo Petro, en medio de las críticas de gremios como el azucarero por las afectaciones que les podrían acarrear las importaciones de ese producto.
En todo caso, en el marco de la COP 28, el año pasado, Petro visitó Emiratos Árabes y, tras reunirse con su homólogo Mohamed bin Zayed Al Nahayan, anunció que ese país acordó inversiones de US$40 millones en hospitales y proyectos de turismo para La Guajira, entre otros.
El comercio bilateral
Según el Ministerio de Comercio, al 2022 las exportaciones colombianas a Emiratos Árabes sumaron US$312 millones y estuvieron impulsadas por alimentos.
La balanza comercial ha sido históricamente favorable para Colombia, y particularmente en el 2022 el superávit fue del orden de US$197 millones.
En términos logísticos, la cartera destaca que desde la Costa Atlántica existen 8 navieras que hacen despachos a ese territorio, cuyos tiempos de tránsito se encuentran desde los 29 días e incluyen varios transbordos; mientras desde Buenaventura, 11 navieras hacen lo propio.
“Emiratos Árabes Unidos dispone de una red de 42 aeropuertos, de los cuales 25 son pavimentados y 17 están sin pavimentar”, precisa la cartera.
