La cifra del desempeño económico de Colombia el año anterior estuvo por fuera de las estimaciones que tenían los analistas económicos y el mercado, que ubicaban el indicador entre 0,9% y 1,4%.
El dato preliminar publicado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane) dio cuenta de que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para todo el año 2023 fue de apenas 0,6%.
Este número fue menor al 7,3% observado en 2022, año en el que la actividad productiva todavía evidenciaba el rebote de la negativa dinámica económica observada por la pandemia del 2020.
Además, fue el registro más bajo desde 2006, excepto por la variación negativa de 7,2% reportada por el Dane para el año de las restricciones aplicadas por el covid.
Las actividades económicas que ayudaron a que el comportamiento fuera favorable el año pasado fueron agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca; explotación de minas y canteras; suministro de electricidad, gas; información y comunicaciones; actividades financieras y de seguros; actividades inmobiliarias; actividades profesionales, científicas y técnicas; administración pública, defensa, educación y salud y actividades artísticas, de entretenimiento y recreación y otras actividades de servicios.
En contraste, los sectores que cerraron con balance en rojo y presionaron el PIB a la baja fueron las industrias manufactureras; la construcción y el comercio al por mayor y al por menor.
Con la capa caída
El modesto crecimiento que observó la economía colombiana en 2023 de 0,6%, estuvo marcado por el desempeño negativo que durante el año observaron tres sectores claves, según se desprende de las cifras que publicó el Dane.
De las 12 actividades productivas analizadas por la entidad oficial, 9 tuvieron desempeño positivo, pero construcción, comercio e industria cerraron con variaciones negativas.
Según las cuentas oficiales del año anterior la construcción cayó 4,2%, seguido de industria que retrocedió 3,5% y comercio que decreció 2,8%.
Al desagregar las cifras se aprecia que en 2023 la construcción de edificaciones residenciales y no residenciales decreció 0,1%; la construcción de carreteras y vías de ferrocarril, de proyectos de servicio público y de otras obras de ingeniería civil cayo 12,3% y las actividades especializadas para la construcción de edificaciones y obras de ingeniería civil (alquiler de maquinaria y equipo de construcción con operadores) cayeron 3,4%.
La contracción de 3,5% del sector manufacturero estuvo explicada por el flojo desempeño de la producción del sector de alimentos, bebidas y tabaco, grupo que decreció 2,3%.
También se contrajeron 13,8% las actividades asociadas a fabricación de productos textiles; confección de prendas de vestir; curtido cueros; fabricación de calzado, maletas, así como la elaboración de artículos de talabartería.
Tampoco fue un buen año para las industrias maderera y del corcho, ni para la elaboración de papel, cartón y sus productos, subgrupo que retrocedió 8,7%.
La coquización, la refinación del petróleo; la fabricación de productos químicos, farmacéuticos, y la elaboración de productos de caucho y de plástico fue otro subsector de la industria que cayó 0,5%.
Las manufacturas de productos metalúrgicos, aparatos y equipos eléctricos, el ensamble de vehículos automotores retrocedieron 6,0% y la fabricación de muebles, colchones y somieres decreció 3,0%.
Adicionalmente, el comercio al por mayor y minorista se contrajo un 2,8%, abarcando consigo los sectores de reparación de vehículos automotores y motocicletas. El transporte y almacenamiento se contrajeron 0,9%, y el alojamiento y servicios de comida decrecieron 5,4% en 2023.
Sopresa de la mala
Bruce Mac Master, presidente de la Andi, dijo que estos datos son “un campanazo, una alerta, tenemos un 2024 en el cual el gran reto tiene que ser el crecimiento económico, por eso necesitamos hacer un trabajo conjunto con el Gobierno (...) eso incluye la reactivación de sectores como la construcción”.
Según Mac Master, hay una caída importante en la demanda, y por eso a finales del año pasado se insistió en encontrar una senda de reducción de la tasa de interés. En tal sentido, opinó que lo que corresponde ahora desde la política monetaria es darle un impulso a la economía. “El gran temor que tenemos es el efecto sobre el empleo que esto pueda tener”, alertó el dirigente gremial.
Para el presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, el pobre desempeño de la economía no lo esperaba ni el propio Gobierno, pero enfatizó en que la desaceleración observada en sectores estratégicos como comercio, industria, construcción afectaron sustancialmente el resultado.
“Es un dato definitivamente muy malo que amerita acciones urgentes lideradas por el Gobierno para evitar caer en recesión”, expresó el vocero de los comerciantes.
A su turno el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, reconoció que las cifras estuvieron por debajo de las expectativas que tenían el Gobierno y los analistas, pero sostuvo que se pudo alejar el fantasma de la recesión, luego de que en el tercer trimestre del año anterior se reportara un decrecimiento de 0,6%.
“El cuarto trimestre del 2023 terminó con un crecimiento de 0,3%, que significa que comenzó la reactivación de la economía que se debe reflejar en este 2024”, declaró el funcionario.
Vale anotar que para el cuarto trimestre de 2023 el crecimiento de la economía fue de 0,3%, número favorable al compararlo con el -0,6% reportado luego de una revisión para el tercer trimestre del año anterior.
Pero, el porcentaje correspondiente al periodo octubre-diciembre demostró que la economía finalizó el año pasado en tendencia de debilitamiento, situación razonable ante las ajustadas condiciones financieras y la evolución de los indicadores líderes.
Igualmente, Bonilla admitió que hay varias preocupaciones, entre ellas la rotación de inventarios, la inversión (formación bruta de capital fijo), lo que se expresa en que las compañías están reduciendo inventarios, pero no están iniciando nuevos proyectos.
Otro aspecto, sobre el que llamó la atención Bonilla es que, según dijo, “lo que realmente tiene bloqueada a la industria es el contrabando de textiles y confecciones, y eso significa que hay que hacer un revolcón en aduanas”, aunque sin especificar en qué debe consistir ese cambio.
Para este año, el ministro de Hacienda insistió en que la meta de crecimiento económico es de 1,5%, lo que requerirá poner en sintonía la inversión pública como la privada, y que el Banco de la República siga enviando mensajes positivos, en términos de reducción de tasas de interés, toda vez que la inflación está retrocediendo.
Juan Martín Caicedo, presidente de la CCI, consideró que para reactivar la economía es necesario estimular la inversión en un sector como la infraestructura, que tiene una condición de respuesta contracíclica, y por lo que resulta prudente tener un manejo adecuado de las alianzas público-privadas o de las concesiones, es decir generar confianza y que las reglas de juego no se cambien de la noche a la mañana.
Tras conocerse las cifras del Dane, el profesor de Economía de la Universidad Javeriana, Jorge Restrepo, señaló en la red X que “es gravísima la manipulación estadística de las cifras de crecimiento económico que ha hecho el Dane”.
El académico hizo referencia a las mejoras en las mediciones que la directora del Dane, Piedad Urdinola, presentó en la rueda de prensa, las cuales acogen recomendaciones del Fondo Monetario Internacional. La funcionaria explicó cambios en las mediciones de los sectores de agricultura, servicios públicos y restaurantes.
Los ajustes a las cuentas del PIB de 2022, por ejemplo, confirmaron el crecimiento del 7,3%, pese a que hubo variaciones significativas en las mediciones de las actividades económicas. Agricultura que inicialmente reportó una contracción de 1,8% se contrajo realmente 0,8%, y actividades artísticas que había mostrado un crecimiento de 39,9% con los ajustes tuvo una variación de 32,3%.
“Aunque estos ajustes ocurren, lo que ha hecho el Dane son una práctica que en mi opinión debe hacerse de forma más transparente: ¿Cómo se calcula el valor agregado de administraciones públicas e impuestos pagados? ¿Cómo asegurar que los valores se revisan correctamente?”, indagó.