El próximo 2 de mayo iba a entrar en vigencia una normativa del Gobierno Nacional que proponía la aplicación de nuevos estándares para la importación de vehículos desde Estados Unidos.
En términos concretos, exigía que las certificaciones de los automotores deberían estar avaladas por la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas, Cepe. Sin embargo, el anuncio no fue bien recibido por Estados Unidos, por lo que el Ministerio de Comercio decidió aplazar el decreto.
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De acuerdo con información de la Asociación Gremial de Concesionarios de Automotores, Aconauto, “la implementación del decreto se aplazó indefinidamente por las consecuencias que traería para el comercio binacional”.
Esto quiere decir que seguirán llegando vehículos desde Estados Unidos el próximo mes y hasta que el Gobierno se pronuncie nuevamente sobre la normativa.
Esta semana se conoció que a Estados Unidos llegó una delegación colombiana, conformada por la ministra de Comercio (e), Cielo Rusinque, y el embajador de Colombia en EE. UU., Daniel García-Peña, para sostener un encuentro con Jamieson Greer, director de la Oficina del Representante Comercial de EE. UU.
La reunión apuntaba a exponer la intención de Colombia de frenar la normativa y llegar a acuerdos comerciales con el país norteamericano, además de disuadirlo para eliminar los aranceles de 10% que impuso a Colombia.
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Desde el Ministerio de Comercio no confirmaron la entrada en vigencia del decreto en mayo, pero un gerente general de una de las marcas que importa estos vehículos al país, pero que pidió no ser identificado, señaló que la llegada de sus vehículos se mantendrá durante el próximo mes.
“Colombia tiene dos posibles soluciones, una es el aplazamiento, lo que es un hecho y la otra es que Estados Unidos se alinee al reglamento de la ONU, lo cual es muy difícil”, dijo el empresario.
De acuerdo con un sondeo realizado por LR, Ford, Chevrolet, Jeep, RAM, BMW, Mercedes Benz y Subaru traen líneas desde las plantas localizadas en el país norteamericano y más de 13 modelos podrían ingresar en el futuro si hay un acuerdo entre los gobiernos.
La Casa Blanca envió una nota de protesta al Gobierno colombiano hace un par de semanas, a través de una carta de Jamieson Greer, para solicitar la revisión o revocación de dichas políticas antes del plazo establecido.
En la misiva, el delegado estadounidense afirmaba que, de no suspender la aplicación de las nuevas certificaciones de seguridad, el país norteamericano dejaría de exportar vehículos a Colombia.
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Esta situación podría afectar negocios por encima de los US$700 millones al año. Razón por la cual, Colombia tuvo que reconsiderar su decisión.
Pedro Nel Quijano, presidente ejecutivo de Aconauto, se refirió a esta carta de Greer y respaldó la posición de EE. UU.
“Colombia debe comprender que el mundo automotor, desde hace muchos años, desarrolló unos protocolos de certificación de sus productos y sistemas, que son aceptados por todos los países productores y receptores, y que basta con que el fabricante presente los certificados de las autoridades del país de origen”, dijo el dirigente.
“Lo contrario es construir barreras no arancelarias que entorpecen el comercio y encarecen los vehículos al consumidor”, agregó.
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Por ahora, se esperan los resultados de las reuniones binacionales entre los representantes de EE. UU. y de Colombia, aunque la ministra en encargo dio un primer parte de tranquilidad. “Somos optimistas frente a los resultados que podremos obtener. Nuestra política económica seguirá orientada hacia la reindustrialización”, dijo.