Los récords históricos del ingreso de remesas al país mes tras mes en lo que va del 2024, por cuenta de colombianos que trabajan en el exterior, tiene de fondo un lastre que ya preocupa: el alto flujo de connacionales que emigran a diferentes países, en especial Estados Unidos y España.
Si se revisan y cruzan los datos de Migración Colombia y del Banco de la República, se encuentra que los ingresos de remesas por país de origen lo encabezan Estados Unidos con 3.009 millones de dólares en el primer semestre de 2024 y España con 833 millones de dólares. Precisamente, la Cancillería estimó que, a finales de 2023, había 4,7 millones de colombianos viviendo en el extranjero, de los cuales el 30% estaba en Estados Unidos y el 10% en España. Además, entre 2022 y 2023, alrededor de 500.000 personas por año dejaron el país, una de las cifras más altas en tres décadas.
A su vez, de acuerdo con la Aeronáutica Civil y Migración Colombia, más de 1.000 personas al día salen del país con la intención de establecerse en el exterior. Basado en los datos de entrada y salida de los últimos años, se estima que cada mes hasta 37.800 colombianos no regresan, de los cuales el 97% viajó por avión y el 2,8% por rutas marítimas.
Si se tienen en cuenta esos datos, podría decirse que los destinos preferidos de la nueva migración serían esos dos países, pues entre enero y agosto de este año 1’137.029 colombianos llegaron a Estados Unidos y 496.222 aterrizaron en España.
Es así como las alzas en entrada de dólares a Colombia por remesas cargan con la cantidad de colombianos que han salido del país en los últimos dos años, en búsqueda de mejores oportunidades económicas y laborales, para luego ayudar a sus familias que se quedaron acá.
Récord tras récord
El último informe del Banco de la República evidenció que los colombianos que trabajan en el exterior enviaron un total de 6.634 millones de dólares en remesas hasta julio de 2024, lo que representa un aumento del 17,7% en comparación con el mismo periodo de 2023.
Con este ritmo, se espera que al final del año se logre un récord histórico. Solo en julio, las remesas sumaron 1.006,4 millones de dólares, un 32% más que en el mismo mes del año pasado. Este monto es el segundo más alto registrado desde principios del siglo y también el segundo más alto de 2024, después de los 1.017,2 millones de dólares alcanzados en junio.
Por ejemplo, Germán Machado, consultor y analista económico, y profesor de Economía de Los Andes, precisa que las remesas hacia Colombia alcanzaron un máximo histórico en el primer semestre de este 2024. “Eso es una cifra tremendamente alta, que mantiene una tendencia creciente. El año pasado las remesas terminaron siendo 2,8% del PIB de Colombia y este año terminarán arriba del 3%. Para dimensionar ese dato, eso significa que las remesas traen al país cerca del triple del dinero que las exportaciones de café. Otra forma de ver el número es que las remesas ponen el equivalente al 65% de todos los ingresos que se obtienen por exportaciones de petróleo y derivados y pesan tanto como el 20% de todo el resto de los bienes exportados por Colombia”, detalla Machado.
El impacto de la migración
Ante estos números, el economista Diego Montañez-Herrera, consultor del BID e investigador de la Eafit, considera que el crecimiento sostenido de las remesas hacia Colombia, que en julio de 2024 superaron los 1.000 millones de dólares por segundo mes consecutivo, se debe a varios factores, en especial por el aumento de la migración.
A esta dinámica migratoria se suman los salarios más altos debido a la inflación y la falta de mano de obra, especialmente en economías fuertes como la de Estados Unidos, lo que ha mejorado las condiciones laborales para los colombianos en el exterior, facilitando el envío de mayores cantidades de dinero a sus familias, estima Montañez.
En esta misma línea, el profesor Helio Armando Fernández, magíster en Ciencias Económicas en el área de Economía Internacional, explica que la principal razón por la cual las remesas en Colombia crecen en el 2024 con respecto al 2023 es por el aumento de la migración de Colombia a otros países, principalmente a Estados Unidos (35%), España (23,1%) y Canadá (2%), de acuerdo con datos de Migración Colombia.
“Este fenómeno tiene un comportamiento creciente y sin duda alguna la situación económica, el panorama político, la inestabilidad y falta de oportunidades laborales, incluso, la unificación familiar, hace que los habitantes se desplacen de su país de origen hacia otro donde tienen la expectativa de mejorar económicamente, basta con revisar indicadores como la inflación que, en el 2023, si bien fue más baja con respecto a 2022, fue una cifra de casi 2 dígitos. Adicional a eso, la tasa de desempleo también ronda los dos dígitos por encima del 10%”, sostiene Fernández.
Al análisis se suma Isabel Cristina Rincón, doctora en Administración y experta en relaciones públicas, quien subraya que este crecimiento en las remesas también tiene que ver con la falta de oportunidades en Colombia, el aumento del desempleo y la caída en sectores clave como el comercio, los servicios, la construcción y la inversión, que son pilares de la economía colombiana.
“Cada vez más jóvenes, que antes se empleaban en estos sectores, están migrando en busca de nuevas oportunidades en el exterior. Esto explica el aumento significativo de colombianos que han salido del país en el último año, en gran parte debido a la desaceleración económica. De hecho, se estima que dos de cada tres colombianos han recibido dólares del exterior en el último año. Es común escuchar casos de personas que se van a trabajar por unos meses fuera del país, regresan por un corto periodo, y luego vuelven a salir”, relata la académica.
En ese orden, el profesor Hernández pone un ejemplo de cuánto podría enviar una colombiano en una remesa mensual: en la actualidad, el salario mínimo federal en los Estados Unidos es de 7,25 dólares por hora (trabajos que no requieren mano de obra calificada ni especializada), el promedio de horas laborales en una semana es de 45 horas, si se le adicionan propinas y otros pagos, podría estar redondeando los 1.300 dólares por mes. Incluso, algunos trabajan hasta en dos lugares diferentes.
Agrega que de esos 1.300 dólares se destinan para alimentación, transporte y alquiler hasta 1.100 dólares, quedando un excedente de 200 dólares, “esto es lo que estarían enviando en promedio un colombiano desde los Estados Unidos, lo equivalente al cambio de hoy a unos $820.000. El mismo ejercicio podría hacerse con migrantes en España, el país europeo que recibe más colombianos con respecto a otras nacionalidades, estos podrían enviar aproximadamente $920.000, calcula Hernández.
Con esto claro, las proyecciones sobre las remesas son altas. Los analistas consultados coinciden en que, al cierre del año, las remesas podrían alcanzar entre los 10.000 millones de dólares y los 14.000 millones de dólares.
El impacto en el bolsillo y las dudas de las remesas
El economista Diego Montañez-Herrera, consultor del BID e investigador de la Eafit, precisa que este flujo creciente de remesas tiene un impacto significativo en los hogares receptores, sobre todo en regiones como Valle, Cundinamarca y Antioquia, en donde el dinero enviado desde el exterior representa una porción considerable del ingreso familiar. Las remesas permiten cubrir gastos esenciales como alimentación, educación y vivienda, lo que a su vez dinamiza la economía local.
“Además, este incremento impulsa el consumo interno, lo que puede favorecer el crecimiento económico en ciertas áreas del país. El aumento del 32,1% en julio de 2024 frente al mismo mes de 2023, y el acumulado de 6.634 millones dólares en los primeros siete meses del año, que representa un crecimiento del 17,7% en comparación con 2023, muestran que este flujo de capital es cada vez más crucial para la estabilidad económica de muchas familias, para el dinamismo de la economía colombiana por el ingreso de divisas”, indica el consultor.
Machado agrega que las remesas son un elemento crucial en el tejido económico de Colombia y han venido creciendo su peso dentro de la economía en la última década. Por ejemplo, Colombia es el cuarto país en América Latina con mayor volumen de remesas. Además, el peso en la economía nacional se ha casi triplicado. Mientras en 2012 las remesas pesaban 1,1% del PIB, en 2023 fueron el 2.8%, lo que hasta ahora ha sido el punto récord. El hecho de que sigan creciendo en 2024 puede ser una muy buena noticia.
“Las remesas son tan importantes para la economía colombiana que los ingresos por estas en 2023 fueron tan grandes como el 65% de los todos los ingresos obtenidos por exportación de petróleo y derivados, y pesan tanto como el 20% de todo el resto de las exportaciones de bienes. Eso hace que sirvan para reducir el déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos (que es fundamentalmente de la balanza comercial) y que, además, al ser ingresos para hogares en Colombia les permitan comprar cosas y entonces mejorar (o hacer menos malo) el crecimiento económico del país, que depende mucho del consumo”, expuso el economista.
Machado añade que la evidencia demuestra que las remesas llegan a Colombia como dinero que se envían familiares para apoyarse entre sí y que son más importantes para los hogares de más bajos ingresos. En general, los hogares con menos ingresos tienen menos ahorros y las remesas son un apoyo importante para comprar, por ejemplo, una vivienda.
Sin embargo, el docente Fernández advierte que, a pesar de que se haya dado un aumento de las remesas en el 2024 con respecto al 2023, dicha alza es nominal y no real, esto lo explica la revaluación que ha tenido el peso colombiano especialmente este año, pues entre enero y mayo de 2024, el precio del dólar estuvo por debajo de los $4.000, incluso en abril bajó hasta $3.800, aunque en las últimas semanas haya subido hasta los $4.200.
“Si bien el volumen de remesas en dólares haya sido menor el año pasado con respecto a este, hay que recordar que veníamos de una devaluación prolongada en el 2023, cuando el precio del dólar nunca estuvo por debajo de los $4.400, lo que generaba que los colombianos hace un año, a la hora de cambiar su remesa a pesos, tuvieran un mayor poder adquisitivo comparado a la fecha”, explica Fernández.
Otra alerta de la doctora Rincón es la falta de estabilidad en los empleos bien remunerados y las reformas que generan más incertidumbre están impulsando no solo a los jóvenes, sino también a profesionales altamente capacitados, a buscar oportunidades en otros países.
A pesar del impacto positivo inmediato que tienen las remesas en los hogares colombianos, Poole advierte sobre los peligros a largo plazo: “Celebrar el creciente flujo de remesas puede ser comprensible desde una perspectiva económica a corto plazo, pero es crucial que los gobiernos e instituciones reconozcan los efectos negativos potenciales, como la dependencia económica y la pérdida de capital humano. Es muy importante implementar políticas que fomenten la inversión productiva de las remesas y creen oportunidades laborales locales para reducir la necesidad de emigrar”.
Se espera que las remesas mantengan su protagonismo debido a la migración constante y su importancia para las familias receptoras. Sin embargo, es esencial diversificar la economía colombiana para reducir esta dependencia a largo plazo.
En definitiva, Juan David Robayo Vargas, analista senior del Banco Itaú, considera que, para el resto del año, será fundamental la evolución de las economías como la de los Estados Unidos y España, especialmente el desempeño del mercado laboral de estos países, ya que ambos son la fuente principal de donde provienen las remesas que envían los trabajadores colombianos en el exterior, en donde, “de mantenerse esta tendencia podríamos cerrar el año con unas remesas cercanas a los 14.000 millones de dólares”.