El periodismo económico está de luto. El pasado viernes 2 de enero en horas de la mañana falleció en Bogotá Rodrigo Ospina Hernández, quien fue socio, director y gerente del Diario La República.
Ospina dirigió el periódico a mediados de los 70 y fue en esa época que decidió especializar el diario en sólo información económica abandonando la anterior orientación política, ya que consideraba que en Colombia se requería un producto periodístico de tal naturaleza, inexistente hasta aquel momento no sólo en el país sino en gran parte de América Latina.
Fue así como surgió ‘El Primer Diario Económico del País’, modelo del periodismo económico en la región, que seguía los pasos del periódico Wall Street Journal de Estados Unidos, país donde Ospina Hernández cursó estudios superiores.
Luego, a finales de los 80, pasó del Diario Económico al Diario Empresarial y Financiero, con más énfasis en los temas empresariales o microeconómicos que en los de carácter macroeconómico.
El hijo del expresidente Mariano Ospina Pérez y Doña Bertha Hernández, una influyente dirigente política, heredó de su padre el gusto por el poder de la información y de ella, la autoridad férrea y el amor por las orquídeas colombianas.
Ospina fue un hombre devoto a la virgen y trabajador de largas jornadas de trabajo y quien creyó siempre en la sangre nueva de cientos de comunicadores para darles una oportunidad en La República, convirtiéndolo, en la principal escuela de periodismo económico del país.
Así fue como Rodrigo Ospina Hernández, el pasado 2 de enero dejó en el periodismo, un legado de visión, pasión e inteligencia a todos quienes compartieron con él.
Tras la muerte de Ospina, el gerente del Diario Portafolio, Jairo Trujillo, lamentó la muerte de su colega refiriéndose así:
“Lamento mucho su muerte. Fue un hombre de una tenacidad muy grande. Apasionado como todos los grandes. Con equivocaciones como todos los hombres. La historia le debe el premio periodístico a toda una vida y el reconocimiento a la iniciación del periodismo económico en Colombia.