El alto asesor del presidente Donald Trump para Latinoamérica Mauricio Claver-Carone es el único candidato a la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), una elección que genera resistencias en la región pues rompe la tradición de 60 años con latinoamericanos al frente de la institución.
El BID informó que la junta de gobernadores recibió una nominación de Estados Unidos, El Salvador, Guyana, Haití, Israel y Paraguay.
El este jueves 10 de septiembre cerró el periodo para presentar candidaturas y la elección para nombrar al sucesor del colombiano Luis Alberto Moreno se desarrollará este fin de semana en una reunión virtual entre los 48 miembros de la institución.
La decisión del gobierno de Trump de presentar a un candidato generó especial urticaria en Argentina, Costa Rica, Chile y México, que buscaron que la votación, que ya había sido postergada por la pandemia, fuera aplazada nuevamente, a menos de dos meses de unos comicios presidenciales muy reñidos en Estados Unidos.
Claver-Carone —un abogado de ascendencia cubana conocido por su firme oposición a La Habana y a Venezuela— acusó a los países que presentaron resistencia de “querer robarse el balón”.
Estas declaraciones fueron consideradas “agresivas” por el canciller chileno, Andrés Allamand, quien dijo que “confirman que su elección sería muy inadecuada”.
Moreno está en el cargo desde 2005. El próximo presidente del BID tendrá un mandato de cinco años con posibilidad de reelección.
Para ganar, un candidato debe tener el apoyo de al menos 15 de los 28 países americanos y el respaldo de un número de países miembros del BID que le den mayoría de 75% del poder de voto, el cual está vinculado a las acciones en el organismo.
Estados Unidos tiene el 30% del poder de voto en el directorio del BID, mientras que Argentina, México, Chile y Costa Rica suman poco más de 22%.