Con los cambios recientes, ahora las personas naturales experimentan aumentos en su tributación en algunos casos hasta del 50 %.
El 13 de diciembre de 2022, Colombia dio luz verde a una nueva reforma tributaria, la del Gobierno Petro, que introdujo cambios significativos en el sistema tributario para las personas naturales. 20 meses después, ya se siente el impacto en el bolsillo.
Estos ajustes los hicieron con el objetivo de aumentar la recaudación y reducir las brechas fiscales, afectando directamente a los asalariados, personas con rentas diversas y aquellos con patrimonios elevados.
Estamos hablando de este tema porque como el periodo de declaración de renta arrancó, el pasado 12 de agosto, para personas naturales, y muchos ciudadanos se han llevado una que otra sorpresa: subió el pago del impuesto de renta, luego de que se fijaron topes para algunos de los alivios tributarios y se redujeran las deducciones.
Esto tiene una explicación: el texto aprobado de la reforma tributaria de 2022, del exministro de Hacienda José Antonio Ocampo, mantuvo todos los beneficios previos, pero se establecieron límites para aumentar el recaudo, por eso, algunos contribuyentes están pagando más plata que el año pasado.
Por eso, Michelle Visbal, directora del área tributaria en Serrano Martínez CMA, precisó que con los cambios recientes ahora las personas naturales experimentan aumentos en su tributación en algunos casos hasta del 50 %, aún sin haber incrementado significativamente su nivel de ingresos de un año a otro.
“Desafortunadamente, este aumento está afectando a esa población que no precisamente se encuentran en la cúspide de la pirámide económica y que mes a mes, por ejemplo, con el aumento de la retención en la fuente en sus salarios, han ido entreviendo esta nueva realidad”, dijo la experta.
Agregó que una mayor carga tributaria significa que una persona tendrá menos dinero disponible para ahorrar o gastar. Por eso, es fundamental que las personas naturales no solo comprendan estos cambios, sino que también evalúen cómo afectan su situación actual y sus planes financieros futuros.
Uno de esos casos es del de Alfredo Orozco, quien este año pagó 30 % en su impuesto de renta, teniendo en cuenta que sus ingresos se mantuvieran en promedio similares entre 2022 y 2023.
“Mi contadora me había advirtió que este año pagaría más por la reforma tributaria. Además, en años anteriores tenía un saldo a favor, pero este año no lo tengo. Lo que hice fue tener muchas cosas pagadas anticipadas por retefuente”, dijo el contribuyente.
Con corte al 21 de agosto, la Dian reportó que 1.403.174 contribuyentes ya hicieron su declaración de renta, teniendo en cuenta que la temporada de presentaciones arrancó el pasado 12 de agosto, en medio de problemas por la caída de la plataforma, lo que llevó a declarar contingencia.
Cuáles son esos cambios
El abogado José Manuel Jaramillo, asociado en Cuatrecasas, mencionó que uno de los cambios más notables es la disminución de las exenciones y deducciones.
Antes, los asalariados podían reducir su base gravable hasta 5.040 UVT ($213.756.000 para 2023), pero con la reforma, este límite se redujo drásticamente a 1.340 UVT ($56.832.000 para 2023). En términos simples, esto significa que un asalariado verá un incremento en su impuesto de renta cuando pague, aun manteniendo el mismo nivel de ingresos.
Por ejemplo, las personas naturales que tengan salarios superiores a $11,5 millones ahora solo tendrán la posibilidad de deducir o aplicar rentas exentas adicionales por un monto aproximado de $23 millones anuales. “Esto implica que, para estas personas, ya no existen muchas posibilidades de ahorros tributarios”, aseguró Cesar Cermeño, experto en tributación.
Otro cambio relevante es la unificación de las rentas líquidas gravables. Jaramillo recordó que, previo a la reforma, existían diferencias en el tratamiento de las rentas de trabajo, capital, no laborales y de pensiones.
Ahora, todas se calcularán bajo una única tabla de tarifas progresivas, que van desde el 0 % hasta el 3 9%. Esto simplifica el proceso, pero también elimina la posibilidad de pagar tarifas diferentes, según la fuente de los ingresos.
También se estipuló la reducción de la renta exenta de 25 % de los ingresos laborales, al pasar desde 2.880 UVT anuales, es decir, $135 millones, hasta 790 UVT anuales, lo que sería un equivalente a $37,1 millones. Este tratamiento se extendió para los ingresos derivados de las pensiones; ahorro para la vejez en el sistema de renta vitalicia y asimiladas, obtenidas en el exterior o en organismos multilaterales.
La tarifa del impuesto a las ganancias ocasionales también subió, pasando del 10 % al 15 %. Además, los dividendos que antes se gravaban en una cédula independiente, ahora forman parte de la base gravable del impuesto sobre la renta, con tarifas entre el 0 % y 39 %, dependiendo del nivel de ingresos.
No obstante, Jaramillo precisó que, si los dividendos superan los 1.090 UVT ($46.229.000 para 2023), el accionista puede acceder a un descuento tributario del 19 %, limitando la tarifa máxima al 20 %.
También la reforma introdujo de forma permanente el impuesto al patrimonio. Este se aplicará anualmente sobre los patrimonios líquidos que superen los 72.000 UVT ($3.053.664.000 para 2023), con tarifas que oscilan entre el 0,5 % y el 1,5 %.
Es así como estos cambios representan un ajuste significativo en la carga tributaria para muchas personas naturales en Colombia, que en estos momentos están declarando renta.
Según un ejercicio realizado por la firma consultora Deloitte, con estas delimitaciones de la norma, las personas que ganan $60 millones al año, es decir, cerca de $5 millones mensuales, no se verían impactadas de manera tan fuerte; al igual que los que generan ingresos por $120 millones al año.
En cambio, la medida sí afecta a las personas que reciban ingresos por $180 millones anuales, es decir, $15 millones al mes. Sin embargo, los expertos tributarios enfatizaron en que cada caso es único y no se puede generalizar.
En definitiva, el contador Jerson Mantilla, CEO de la firma Gestionar, precisó que, teniendo en cuenta que la Ley 2277 de 2022 trajo consigo un gran número de modificaciones que cambiaron en un gran margen el rango de contribución por los usuarios obligados a presentar su declaración de renta por el año gravable 2023, se ha visto un gran impacto a la hora de liquidar el impuesto.
“La norma que antecedía la ley ya mencionada permitía a los contribuyentes acceder a un monto más amplio de deducciones las cuales reducían en su misma proporción el impuesto a pagar. Cabe resaltar que las deducciones siguen estando disponibles, pero no en el mismo impacto ya que muchas fueron reducidas en su valor”, aclaró Mantilla.
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