Durante el Congreso Empresarial Colombiano, que realiza la Andi en Plaza Mayor de Medellín, el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, celebró el trabajo articulado que sí ha logrado el departamento con los empresarios, haciendo alusión entre líneas a las malas relaciones entre el empresariado y el Gobierno Nacional, que ni siquiera tenía un representante en la apertura del evento.
Por primera vez en su historia, el presidente de la República no está en agenda del encuentro más importante de empresarios del país.
Le puede interesar: La Andi celebra sus 80 años en Medellín, sin Petro a bordo
En su discurso de apertura, Bruce Mac Master, presidente de la Andi, había dicho que el gremio no es oposición de nadie, al señalar que el papel asumido por el gremio ha sido levantar la mano para exponer y fijar su posición de manera clara y transparente.
En ese mismo sentido, Joaquín Losada, presidente de la Junta Directiva de la Andi, destacó como el gremio ha trabajado con 22 gobiernos diferentes desde 1944, siempre tejiendo país y construyendo valor público.
“El secreto ha sido pensar que Colombia es más grande que cualquier coyuntura o corriente de pensamiento. La ANDI ha sabido discernir y poner los intereses de la nación primero. Hasta el momento, el empresariado colombiano no ha esperado la salvación de políticos, y si bien la interlocución con los diferentes gobiernos ha sido respetuosa y enriquecedora, ha demostrado que es, desde siempre, un motor de cambio social”.
Por su parte, el gobernador insistió en que “Antioquia es su casa, su hogar, donde todos nos sentimos cómodos, con certeza y rodeados de cariño, y queremos que eso sea Antioquia para todos ustedes. Empresarios de Colombia cuenten con nosotros siempre, aquí no nos gusta cultivar enemigos, a ustedes los contamos de propias tropas, aliados para trabajar por las causas sociales y económicas de Antioquia y el país”.
Agregó que en Medellín y Antioquia “creemos en el libre mercado, no en el Estado empresario”, y que por eso mañana la Gobernación firmará el recorte administrativo más grande de su historia, que reducirá a la mitad la burocracia institucional para invertir mayores recursos en las necesidades de las poblaciones.