8,3%
fue la tasa de desempleo en Medellín en el trimestre junio-agosto, cayó 3,2% anual.
Medellín es la segunda ciudad más importante de Colombia por el tamaño de su población y por su generación de riqueza. Históricamente, el desarrollo del territorio se ha impulsado gracias a la cooperación entre los empresarios, las universidades y el gobierno local.
Sin embargo, el cuatrienio de Daniel Quintero se caracterizó por la ruptura de relaciones con las compañías privadas y por la desarticulación para trabajar en políticas que estimularan el empleo. Con eso en mente, el alcalde electo, Federico Gutiérrez, tendrá la tarea de restablecer la cooperación con los empresarios, incentivar la inversión extranjera, formar a los profesionales que están pidiendo las empresas y, de esa manera, atacar el desempleo que afecta con más fuerza a jóvenes y mujeres.
Formar para el trabajo
Según el Índice de Competitividad de Ciudades (ICC), Medellín tiene debilidades por corregir en educación básica y media y educación superior y formación para el trabajo.
Si no se atienden esos frentes, la calidad de vida no puede mejorar, dado que el empleo es vital para que los habitantes tengan ingresos, cubran sus necesidades y apalanquen a sus familias. Y hay que entender que un buen trabajo —y un buen salario— dependen de la formación del talento humano.
Piedad Restrepo, vocera de la Veeduría Ciudadana Todos por Medellín, fue enfática en que “el mayor reto desde el punto de vista de nuestra competitividad y para la generación de más puestos de trabajo es la educación”. Desde su óptica, hay que cerrar brechas entre las instituciones públicas y privadas, pues las pruebas estatales que miden a los estudiantes reflejaron retrocesos sustanciales en la capital antioqueña. Además, hizo notar que se debe garantizar la permanencia de los estudiantes. “El desafío —dijo— sigue siendo cómo logramos que más jóvenes se gradúen del bachillerato; ese es el reto, la permanencia de los jóvenes, garantizarles que se gradúen por lo menos de bachilleres y seguir insistiendo en la posibilidad de financiar la educación superior”.
Más allá de la gratuidad en las matrículas, a juicio de la vocera, “hay que atender lo que nos dice la evidencia y es que estos jóvenes necesitan de otras formas de financiación que les permita el transporte, los libros y las fotocopias para su permanencia, por que otra cosa que no vemos es la alta deserción en la educación superior, en donde hay una tasa más alta que en educación básica y media”.
En síntesis, la formación es clave, puesto que ahí se cultiva el semillero de profesionales que alimentarán la generación de riqueza y el crecimiento económico de la región.
Recuperar lazos con empresas
El otro frente de atención que le espera al alcalde electo es el de las empresas, cuya vocación para generar empleos y pagar salarios e impuestos las hace vitales en la creación colectiva de bienestar. Durante la administración de Daniel Quintero, los empresarios generaron puestos de trabajo en medio de los hostigamientos públicos que les hacía el exalcalde.
En ese sentido, Piedad Restrepo señaló que “el trabajo articulado se perdió y llama la atención que la Alcaldía haya sacado pecho con las cifras de desempleo, aunque yo diría que el empuje en la tasa de ocupación se debe más a la iniciativa del sector privado”.
En ese sentido, Nicolás Posada, presidente ejecutivo de Intergremial Antioquia, resaltó que la realidad que le espera a Federico Gutiérrez es muy distinta a la que marcó su aterrizaje como alcalde en el periodo 2016-2020. “La ciudad no se encuentra en una senda de crecimiento y progreso. Al contrario, hemos retrocedido en muchos indicadores económicos que el alcalde electo deberá estabilizar e incrementar”.
Es por ello que a juicio de los expertos consultados, debe recuperarse el trabajo conjunto entre la administración y los empleadores, de otra manera las fuerzas no jalarán en sincronía y será más complejo acelerar el desarrollo.
María Bibiana Botero, presidenta ejecutiva de Proantioquia, indicó que ese trabajo cooperativo es un rasgo distintivo de las ciudades más competitivas en el mundo y mencionó que su entidad está lista para servir de puente entre ambas partes.
Incentivar la inversión
Desde su óptica, la infraestructura y la generación de condiciones para la sostenibilidad y crecimiento del tejido empresarial son retos que deben enfrentarse sin demora.
También subrayó que la inversión privada es el motor esencial a la hora de crear nuevos empleos, dado que la expansión de una empresa viene con la necesidad de ampliar las nóminas. Precisamente, a juicio de la experta, el estímulo a la inversión exige “construir mejores condiciones de seguridad física y jurídica, sumado a una administración que mejore la eficiencia en el trámite de creación de empresas, pago de impuestos y generación de permisos”.
Así mismo, hizo notar que le Inversión Extranjera Directa (IED) será relevante en aras de potenciar el crecimiento, especialmente en el actual ciclo económico caracterizado por un desbordado costo de vida y unas elevadas tasas de interés: “En ese escenario, las capacidades de la inversión extranjera son esenciales. Especialmente aquellas concentradas en las economías emergentes. Por ejemplo, la industria creativa, cultural, musical y el turismo sostenible”.
Un punto en el que coinciden los expertos, es en que hará falta trabajar con el Gobierno Nacional para financiar proyectos estratégicos como las vías 4G y 5G, cruciales para acortar distancia con el mar y los futuros puertos en Urabá.
El presidente de Intergremial Antioquia añadió que el alcalde electo tendrá que fomentar ese entendimiento para iniciar el Tren del Río y nuevos metrocables.
Por su parte, María José Bernal, directora de Fenalco Antioquia, agregó la seguridad al listado de tareas, especialmente en lo que atañe a la extorsión que padecen los comerciantes y el deterioro de orden público en los alrededores de varios establecimientos.
Lo cierto es que el panorama para el alcalde entrante es exigente y los habitantes de Medellín ya demostraron ser veedores implacables cuando se trata de gobernar a Medellín y garantizar el avance socioeconómico.
