En un año marcado por bajos niveles de embalses, volatilidad de los precios de energía eléctrica, el golpe duro del fenómeno de El Niño, la inminente escasez de gas natural y frenos a proyectos del sector energético, Celsia aseguró que “en Colombia no tenemos la tarifa más cara de Latinoamérica”.
Esto lo dijo porque el Gobierno del presidente Gustavo Petro se ha caracterizado por lanzar contantes críticas a las empresas generadoras e incluso, en una de sus pronunciaciones públicas, mencionó que “Pablo Escobar palidecería de la rentabilidad de ese negocio. Llevo dos años intentando cambiar esa fórmula y no he podido”.
Incluso, Omar Camacho, ministro de Minas y Energía, también afirmó en su momento que Colombia tenía una de las tarifas más caras de la región.
En ese contexto, Celsia apuntó que “el costo del servicio en nuestro país está en el promedio de la región. Por debajo nuestro hay países con tarifas más baratas como Venezuela y Argentina, pero con una calidad del servicio deficiente. Justo Venezuela tuvo un fuerte apagón hace unos días”.
“En Colombia, desde el 1993 no se presentan apagones del servicio, pues esa crisis se convirtió en la oportunidad para fortalecer el sector eléctrico”, resaltó la compañía.
Celsia también destacó que, “gracias a las Leyes de servicios públicos que surgieron en esa época (la Ley 142 y 143), hoy tenemos un sistema estable y con muchas bondades, que avanza en una transición energética acorde a las necesidades del país”.
Es así como Celsia, empresa del Grupo Argos que genera, transmite, distribuye y comercializa energía, afirmó en sus redes sociales que Colombia no tiene la tarifa de energía más alta de Latinoamérica. Esta declaración llega en medio de las quejas de muchos usuarios que aseguran que el costo del servicio ha subido considerablemente en el país.
Cabe recordar que los precios de la energía en Latinoamérica y el Caribe reflejaron un aumento anual del 1,96% al cierre del primer semestre del 2024, lo que sugiere una posible estabilización con la evolución de la inflación de la región, así lo dio a conocer la Organización Latinoamericana de la Energía (Olade).
Asimismo, la evolución de los precios de la energía en América Latina y el Caribe durante los dos últimos años, donde hasta mitad de 2022 se observó una fuerte inflación, que en su pico más alto llegó a ser del 18,41%, y luego una bajada sostenida con valores incluso negativos hasta septiembre de 2023.