La regla fiscal ha estado en el centro de la opinión pública durante los últimos seis meses y parece que seguirá dando de qué hablar en los próximos días.
Este mecanismo, que funciona como un límite de gasto para el Gobierno Nacional, ha sido objeto de debate. En medio de la necesidad de aumentar el gasto social y con una situación financiera ajustada, el Ejecutivo ha planteado su modificación, generando polémica en el país.
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Con la publicación del Marco Fiscal de Mediano Plazo 2024, el Ministerio de Hacienda aclaró cómo sería este cambio, proponiendo un mecanismo diferencial.
Según el documento, el Ministerio de Hacienda plantea adelantar a 2025 la implementación del mecanismo paramétrico, que inicialmente estaba prevista para 2026.
La razón es una reducción más rápida de lo esperado en la deuda neta del Gobierno Nacional Central y consideraciones de eficiencia macroeconómica y viabilidad de las metas fiscales a corto plazo. Este cambio permitiría un mayor margen fiscal de 0,3 puntos porcentuales del PIB en 2025.
Por eso, David Cubides, director de investigaciones económicas de Alianza Valores, explicó a La República que el Gobierno puede utilizar este mecanismo porque ya está superando las expectativas de reducción de deuda, lo que le daría “un poco de margen desde el punto de vista del déficit fiscal”.
Este ajuste adelanta parte de las metas de 2025, permitiendo un déficit de -5,6%.
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El documento técnico del Ministerio de Hacienda indica que el régimen de transición obliga al Gobierno a un Balance Primario Neto Estructural (Bpne) de 0,5% del PIB en 2025, pero adelantar el mecanismo bajaría este indicador a 0,2%.
Además, la proyección de deuda para 2025 establece una meta de Bpne de 0,3% del PIB para 2026. Esto haría que la meta fiscal de 2025 sea más estricta que la de 2026, algo inconsistente dado que el nivel de deuda de 2024 está más cerca del ancla de deuda para 2025. Por ello, adelantar el mecanismo permitiría “suavizar” la senda fiscal.
Julio Romero, economista jefe de investigaciones económicas de Corficolombiana, señaló a La República que anticipar la transición brinda al Gobierno más flexibilidad y un déficit más alto.
A pesar de esto, el Gobierno está recortando el gasto para el próximo año debido a la previsión de ingresos bajos. “Un déficit mayor al 5% no es una buena noticia, deja a Colombia en una situación vulnerable”, añadió Romero.
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El experto también explicó que el creciente pago de intereses de la deuda está ejerciendo una presión considerable sobre el presupuesto nacional, limitando los recursos disponibles para inversión y políticas de reactivación económica.
*Con información de La República.
