El 2025 arrancó con importantes novedades para los empresarios colombianos. Una de ellas es la entrada en vigencia del decreto 045 de 2024, mediante el cual se establecen nuevas tarifas para los trámites que deben surtir ante las cámaras de comercio. Ajuste que, de hecho, tiene preocupadas a estas entidades.
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Es que, si bien el Ministerio de Comercio asegura que el decreto les reduce el valor de los derechos por registro y renovación de la matricula mercantil –entre otros trámites– a las empresas más pequeñas, es decir, a cerca del 90% del total, esto recargaría las tarifas sobre las compañías de mayor tamaño y pondría en riesgo la sostenibilidad financiera de un grupo importante de cámaras de comercio.
Pese a no haber un dato oficial sobre cuántas de estas entidades en el país podrían verse impactadas, una fuente aseguro que podrían ser las 13 de menor tamaño, entre ellas al menos una en Antioquia. Vale recordar que en total, la red está compuesta por 58 cámaras de comercio a nivel nacional.
Lo anterior haría todo el sentido porque si bien hay algunas cámaras de comercio que obtendrían mayores ingresos por la modificación, aquellas que atienden esencialmente a compañías micro o pequeñas se verían comprometidas financieramente.
A modo de ejemplo, un documento conocido por este medio sugiere que mientras a una reconocida empresa de moda de tamaño grande le subiría 175% la renovación de la matrícula mercantil, para un microestablecimiento podría haber una reducción de hasta 50%.
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Diálogos no cuajaron
A pesar de que el decreto se conoció en enero del año pasado, a lo largo de los meses siguientes se entablaron diálogos entre Confecámaras (gremio de las cámaras de comercio) y el Ministerio de Comercio. El primero fue incisivo en buscar un mejor camino para asegurar la progresividad en las tarifas, y aunque parecía haber un consenso en ese sentido, finalmente el decreto entró a regir sin cambios desde el pasado miércoles 1° de enero.
Desde la Cámara de Comercio de Medellín, Lina Vélez, su presidenta, sostuvo que es una situación compleja porque no es el momento oportuno para moverles esas reglas del juego a los empresarios. “Adicionalmente, se corre el riesgo de que, como la gran base empresarial del país son pequeñas empresas, muchas de las cámaras de comercio donde solo hay pequeñas empresas lleguen a niveles de insostenibilidad”.
Según la ejecutiva, “hubo mucho diálogo, Confecámaras estuvo un año recogiendo información, pero el decreto salió sin cambios”. Y en el caso de la Cámara de Comercio Medellín, continuó, se deberá “hacer un cambio completo en los parámetros del software para el ajuste en las tarifas, en dos días”.
Entre las modificaciones que trae el decreto también está la introducción de un componente fijo y uno variable que depende del valor de los activos de cada empresa; en el modelo anterior, vale recordar, solo existía un componente fijo.
La intención del Gobierno es que haya una mayor gradualidad en las tarifas dependiendo del tamaño de las compañías por el valor de sus activos.
También se cambia el número de rangos tarifarios, siendo uno de los casos más relevantes el de la renovación que las empresas deben hacer cada año: anteriormente se trabajaban tarifas de 68 rangos y ahora se pasa a solo 6.
¿Qué dice el Gobierno?
En los últimos días el Mincomercio reconoció que “este decreto tendrá un impacto en las finanzas de las Cámaras de Comercio”, y que “con el objetivo de mitigarlo, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo incluyó un artículo que facilita la asociación entre cámaras”.
Este, explicó, permitirá que las cámaras de comercio con mayor aporte a la financiación de los programas dispuestos por ese ministerio (como la política de reindustrialización, turismo y comercio exterior), puedan asociarse con aquellas que realicen menores aportes.
“Las asociaciones entre cámaras les ayudarán a compensar sus costos fijos como arriendos y otros gastos administrativos. De esta manera, podrán llevar a cabo tareas más eficientes a menores costos, para ofrecer servicios de mayor calidad e implementar nuevas iniciativas que beneficien a sus usuarios”, añadió.
Según las fuentes consultadas, esta medida fue implementada en los últimos días del año pasado por parte de la cartera, pero todavía no está reglamentada. No obstante, las cámaras la ven como una “lógica normal” de su operación, pues desde hace años han trabajado en un esquema colaborativo e incluso con algunos proyectos conjuntos.
EL COLOMBIANO pudo establecer que por ahora Confecámaras no tiene una cifra oficial de las entidades que se verían afectadas, y que espera por el final de la temporada de renovaciones de matrícula mercantil, en marzo, para monitorearlo; incluso el análisis podría extenderse hasta diciembre.
Vale mencionar que entre las consideraciones para expedir el decreto 045, el Gobierno tuvo en cuenta que en marzo del 2022 el Consejo de Estado tumbó dos artículos del decreto 393 de 2002, sobre derechos de registro y renovación, porque “impusieron una mayor carga económica a los pequeños comerciantes o establecimientos de comercio con menores activos o patrimonio, lo que constituye una carga inequitativa“.