Después de siete décadas de existencia, el modelo de la compensación familiar es tan válido hoy como en sus inicios, según resaltó Adriana Guillén, presidenta de Asocajas, gremio que congrega a 26 cajas de las 42 que operan en el país.
Y es que las cifras dan cuenta del impacto social que actualmente alcanzan las cajas de compensación, al contabilizar unas 800.000 empresas que aportan al sistema, así como 10,7 millones de trabajadores afiliados y 10,3 millones de beneficiarios, es decir que llegan a 21 millones de colombianos.
El esquema surgió en la capital antioqueña en 1954, cuando la Unión de Trabajadores de Colombia y la Andi acordaron de manera voluntaria crear un fondo destinado al sostenimiento de las familias de los trabajadores, lo que dio origen a Comfama.
“Cuando se dio ese acuerdo se dieron cuenta de algo que era muy importante, y es que el crecimiento económico es posible con crecimiento social. En el momento en que el empleador hace su aporte, se genera una verdadera redistribución de recursos. Las cajas de compensación, en su papel de operadoras de esos recursos, lo que hacen es subrogar al empleado y a través de esas cajas se le llevan a los trabajadores muchos beneficios que un empleador solo no podría”, explicó en diálogo con EL COLOMBIANO, la presidenta de Asocajas.
Añadió que lo que hace el sistema de compensación es que toma los aportes que el empleador hace de su nómina, y genera una economía a escala, permitiendo que los trabajadores de menores ingresos, que hoy son el 76% de la población trabajadora, pueda recibir múltiples beneficios.
Es así como anualmente las cajas entregan entre 55.000 y 60.000 subsidios de vivienda, por $1,2 billones y $1,5 billones. Además, unos $2 billones en subsidios monetarios para 5 millones de personas, y $1 billón en subsidios al desempleo.
Más tareas a cajas de compensación
La eficiencia en la administración de estos recursos no ha estado exenta de iniciativas que buscan que, con cargo a los aportes que los empresarios hacen a las cajas, se destine alguna parte para apalancar ideas surgidas en el seno del Congreso o el gobierno.
Ese fantasma a veces revive, sostiene Guillén, quien insistió en que lo importante es entender que el aporte empresarial a las cajas es una inversión que genera economías a escala muy importantes.
“Todo lo que las cajas están haciendo ha penetrado de una manera muy profunda en la sociedad, y desmontarlo causaría muchos problemas. En el sector de vivienda somos un actor generador de empleo, sin duda; y en el sistema de salud somos un actor muy relevante. Desmontar ese aporte terminaría siendo más gravoso”, comentó.
Igualmente, sugirió que lo que hay que ser es cuidadosos y en el futuro “no seguir colgándole más funciones y atribuciones a las cajas de compensación familiar y permitirnos que lo que hacemos, lo sigamos haciendo”.
En tiempos de reforma laboral, Asocajas también está atenta a la evolución de las discusiones en el Congreso de ese proyecto. “Extrañamos lo que le falta a la reforma y es que el día de hoy tenemos a 13 millones de personas que están en la informalidad, que representan el 58% del total de ocupados en Colombia”.
Para la presidenta de Asocajas se trata de un alto número de personas que están trabajando y produciendo ingresos, pero hay que recordar que en Colombia la única llave de acceso a la protección social es el contrato clásico de trabajo.
A lo anterior se suma que entre la población formal, hay un porcentaje muy importante, el 14%, de personas que son trabajadores por cuenta propia, es decir, trabajadores que no están vinculados a través de un contrato formal, que están laborando, pagando impuestos, pero que no están vinculados con un contrato clásico de trabajo.
“Eso dice que tenemos por lo menos el 70% de nuestros ocupados sin un contrato laboral. Solo el 30% de las personas está vinculada por un contrato y la reforma laboral que se está tramitando en el Congreso solo aplica para ese 30% y deja por fuera a un 70% de personas que están trabajando y que no tiene ningún beneficio”, acotó Guillén.
En ese contexto, entre hoy y el viernes, Asocajas celebrará en el hotel Intercontinental de la capital antioqueña su congreso anual, espacio que servirá para hacerle un reconocimiento a Comfama, entidad que en este 2024 completó 70 años de labores en beneficio de los trabajadores y sus familias.
La instalación será a las dos de la tarde y se espera la participación del ministro del Interior, Juan Fernando Cristo y la superintendente del Subsidio Familiar encargada, Angie Katherine Monroy.
