El Banco Mundial renovó sus expectativas sobre el comportamiento de la economía colombiana este año y ahora cree que el Producto Interno Bruto (PIB) cerrará 1,7% frente al 2022, que si bien no es un dato alto en comparación con lo que venía ocurriendo en los últimos dos años, está por encima del 1,1% que el organismo internacional le daba al país anteriormente (ver infografía).
En una breve reseña sobre la situación económica en el territorio nacional, expuso que el Banco de la República comenzó a subir las tasas de interés después de otros países de la región, lo cual provocó que se retrasara el pico de la inflación, o en otras palabras, que los precios se mantuvieron altos por un tiempo más prolongado.
En tal sentido, continuó, el fuerte incremento en los precios a los consumidores y las altas tasas harán que el consumo –motor de la economía colombiana– tenga un regular comportamiento y solo crezca 0,7%, aunque el año entrante habría un panorama un poco más prometedor.
Es así como “a medida que la inflación disminuya en respuesta al endurecimiento monetario y la caída de los precios mundiales de la energía y los alimentos, y a medida que la demanda externa se recupere gradualmente, se espera que el crecimiento aumente hasta el 2 % en 2024”.
En todo caso, de los nuevos pronósticos del Banco Mundial llama la atención que ahora está viendo a Colombia creciendo levemente por encima del promedio de Latinoamérica, teniendo en cuenta que a la región le da un 1,5%; anteriormente proyectaba que esta zona del mundo crecería 1,3%, es decir, 0,2 puntos porcentuales arriba del país.
Además de Colombia, las expectativas también mejoraron con relación a Chile, Panamá y México, sobre los cuales el PIB proyectado para 2023 creció 0,5, 1,2 y 1,6 pps, respectivamente, frente a la evaluación pasada; entre tanto, Argentina se “rajó” porque ahora le recortaron 4 pps a su perspectiva, y lo mismo, pero no en niveles tan altos, sucedió con Uruguay, Paraguay, Perú o Bolivia.
“Se prevé que el escaso crecimiento en las economías avanzadas incidirá en la demanda de exportaciones, mientras que es probable que las políticas monetarias restrictivas que se sigan aplicando en esas economías y la inflación interna persistentemente alta impidan cualquier mejora sustancial de las condiciones financieras a corto plazo”, dijo el BM sobre Latinoamérica.
Menos optimistas
No obstante los cálculos lanzados ayer por el organismo internacional, hay quienes todavía son un poco más mesurados. En el caso de Colombia, los investigadores económicos de Itaú consideran que el PIB va a expandirse apenas un 0,6% este año. “A pesar del crecimiento del 3% en el primer trimestre, la política monetaria restrictiva, la débil confianza del sector privado y la incertidumbre política elevada apuntan a una mayor ralentización de la actividad a medida que avance el año”.
Entre tanto, los analistas de BNP Paribas consideraron que gran parte de lo que pueda suceder con el ritmo económico de Colombia y sus pares estará supeditado a la evolución del costo de vida. “Si bien prevemos una desaceleración en la inflación anual en los próximos meses desde el 12,8% actual, esperamos que se mantenga por encima del 10% hasta noviembre, finalizando el año en 9,5%”, indicaron respecto al país.
El lento proceso para bajar la inflación de Colombia, complementaron, está sustentado en varios aspectos. Por ejemplo, en el sobrecalentamiento de la economía, entendiendo que el nivel actual del PIB está entre 2% y 5% por encima de la “normalidad” que traía antes de la pandemia.
Ojo a alimentos y energía
Y también tendrán que ver los factores climáticos que se aproximan. “Esperamos presiones al alza sobre las expectativas de inflación debido a la alta probabilidad de que el fenómeno de El Niño se desarrolle durante mayo-julio de 2023, lo que tiende a aumentar los precios de los alimentos y la energía en Colombia”, anotaron.
En líneas generales las apuestas sobre la economía nacional para este año son discretos y, de hecho, el Banco de la República estima un crecimiento de 1%. A la espera de cómo se comportará en lo que resta del año, hay que decir que con corte a marzo los grandes dinamizadores de la actividad productiva fueron el sector financiero y asegurador y las actividades artísticas, de entretenimiento y recreación.
En su momento, el presidente de la Andi, Bruce Mac Master, analizó que la gran tarea del año es promover condiciones correctas que motiven la inversión y la creación de empresa, lo cual dependerá de dar señales de estabilidad macroeconómica