Colombia, al igual que otros países de América Latina y el Caribe, enfrenta el desafío del consumo de tabaco. Un nuevo informe de la OCDE, llamado ‘Tributación del tabaco en América Latina y el Caribe, destaca la necesidad de reformas en la política de impuestos al tabaco para reducir su consumo y los costos asociados.
Por ejemplo, en 2021, más de 350.000 personas fallecieron en América Latina y el Caribe por causas relacionadas con el tabaco, de ese total, 16 mil sucedieron en Colombia.
Siga leyendo: Prohibir el tabaco a una generación de jóvenes, la propuesta de la OMS para disminuir la mortalidad
Y el tabaquismo es responsable de más del 40% de los casos de cáncer en las vías respiratorias en la región. A su vez, los costos médicos derivados del consumo de tabaco pueden ascender al 1,5% del PIB anualmente.
Bajo este panorama, Colombia se destaca por aplicar impuestos a todos los tipos de productos de tabaco, incluyendo cigarrillos electrónicos y productos de tabaco calentado. El país también ha implementado mecanismos para ajustar los impuestos al tabaco a la inflación, lo que ayuda a mantener la efectividad de la política tributaria.
A pesar de estos avances, la OCDE identifica áreas de mejora para Colombia, como la necesidad de fortalecer la administración de los impuestos al tabaco y la aplicación de medidas para combatir el fraude y el comercio ilícito.
También el informe recomienda exigir información más detallada en las declaraciones de impuestos y la obligatoriedad de licencias comerciales para la cadena de valor del tabaco. Además, sugiere que Colombia considere la posibilidad de aplicar el IVA sobre el precio de venta incluyendo el impuesto selectivo al consumo de tabaco.
A pesar de que la mayoría de los países de la región, como Colombia, recaudan los impuestos al tabaco en la etapa de manufacturación e importación, el informe de la OCDE señala la importancia de modernizar las marcas fiscales.
Es decir, identificadores únicos para obtener información detallada sobre el producto y el proceso de producción, facilitando la detección de productos ilícitos y fortaleciendo la administración de los impuestos al tabaco.
Le puede interesar: La industria tabacalera envenena a las generaciones de niños y adolescentes
Un dato llamativo que se puede destacar del informe de la OCDE es la disminución en la recaudación promedio del impuesto selectivo al consumo de tabaco en América Latina y el Caribe. Entre 2012 y 2022, esta recaudación se redujo en un 20% en términos reales, pasando del 0,73% del PIB al 0,58% del PIB.
Este dato es relevante porque contrasta con el objetivo principal de los impuestos al tabaco, que es reducir el consumo de tabaco y, al mismo tiempo, aumentar la recaudación fiscal.
La urgencia es porque los costos asociados al consumo de tabaco superan significativamente los ingresos obtenidos por impuestos a este producto, por ejemplo, en Colombia los costos médicos ascienden a US$1.709 millones.
La disminución en la recaudación sugiere que las políticas de impuestos al tabaco en la región podrían no estar siendo tan efectivas como se esperaba, y abre la puerta a la necesidad de analizar las causas de esta reducción y a considerar la implementación de medidas para revertir esta tendencia.
Aumento de impuestos al tabaco en América Latina y el Caribe
De esta manera, los gobiernos de América Latina deberían subir los impuestos al tabaco para desincentivar a los fumadores en una región donde la prevalencia del tabaquismo es alta, instó la OCDE.
“Existe una necesidad urgente de emprender una nueva ola de reformas de los impuestos al tabaco en la región de América Latina y el Caribe y reforzar así la eficacia de las políticas y la administración de los impuestos al tabaco, ya que en promedio, esos productos siguen siendo asequibles”, se lee en el informe.
Por lo tanto, la OCDE le indica a Colombia aumentar la tasa del impuesto específico al consumo de tabaco e indexarla a la inflación y al crecimiento de los ingresos reales. Esto ayudaría a reducir la asequibilidad de los productos de tabaco y a desincentivar su consumo.
“Un aumento del 50% en los precios del tabaco debido a una mayor fiscalidad podría generar 3,7 billones de dólares en poco más de cinco años, de ellos, 2,1 billones se quedarían en los países de renta baja y media”, donde más se fuma, señaló el exministro de Hacienda de Colombia Mauricio Cárdenas, que entre 2012 y 2017 llevó a cabo una reforma tributaria, que aumentó los impuestos al tabaco.
Además: Recaudo tributario se desplomó 7,9% a corte de septiembre, ¿a cuánto está el Gobierno de la meta?
Por ejemplo, la OCDE recomienda a los países priorizar el aumento de los impuestos selectivos al consumo de tabaco, en lugar de otros impuestos indirectos. Esto se debe a que los impuestos selectivos son más efectivos para incrementar los precios absolutos y relativos de los productos de tabaco, lo que a su vez desincentiva su consumo.
Por otra parte, el informe destaca la importancia de implementar impuestos específicos, basados en el volumen, en lugar de impuestos ad valorem, basados en el precio. Los impuestos específicos son más fáciles de administrar y menos susceptibles a la manipulación por parte de las empresas tabacaleras.
Asimismo, el estudio sugiere aplicar impuestos a todos los productos de tabaco, incluyendo cigarrillos, cigarros, tabaco de liar y productos novedosos como los cigarrillos electrónicos y los productos de tabaco calentado. Esta medida busca evitar que los consumidores sustituyan un producto por otro más barato para evadir los impuestos.
Lea aquí: Ponerles más impuestos a los ricos, solución para reducir la desigualdad en Colombia: Banco Mundial