¿Quién pagará el nuevo arancel al café colombiano?
Boris Wüllner, director de Innovación y proyectos especiales de Green Coffee, la principal productora de café en el país, fue claro: el impacto del arancel lo absorberán principalmente los consumidores.
“Veremos un aumento de precio para los compradores, que asumirán ese 10% extra en el costo. Pero no creo que eso los haga dejar de tomar café”, dijo en entrevista con La República.
De hecho, el ejecutivo considera que este escenario podría incluso jugar a favor del café colombiano. Mientras que el producto nacional pagará 10%, los cafés de Vietnam e Indonesia —grandes jugadores del mercado— enfrentan aranceles del 46% y 32%, respectivamente.
“Eso nos pone en una mejor posición de competitividad frente a esos países que tradicionalmente han competido con precios bajos”, señaló al medio económico nacional.
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Tostar en EE. UU.: la jugada para esquivar el golpe completo
Ante la nueva política arancelaria, la estrategia de Green Coffee ya está en marcha: llevar el grano verde a Estados Unidos y tostarlo allá mismo.
Así se evita un arancel mayor que caería si el café llegara ya tostado desde Colombia. La idea es clara: ser más eficientes en la cadena de producción y reducir costos logísticos.
“Desde hace cinco años veíamos que el futuro del café estaba en la verticalización. Hoy estamos recogiendo los frutos de anticiparnos. Reducir intermediarios y optimizar procesos nos permite mantenernos competitivos, incluso con un arancel adicional”, explicó Wüllner a La República.
Aunque el nuevo gravamen genera alertas, el panorama no pinta dramático para la industria. Green Coffee calcula que, incluso con el alza del 10%, su producto seguiría costando 5% menos que el de sus competidores en punto de venta.
Marcas como Juan Valdez, de la cual son distribuidores oficiales en EE.UU. y Canadá, se beneficiarían por esta ventaja en calidad-precio.
Eso sí, hay un lunar: la tarifa del 10% no está escrita en piedra. Es base y renegociable, lo que podría abrir la puerta a futuras alzas. “Por ahora estamos en igualdad de condiciones con otros países latinoamericanos, pero no sabemos si el panorama cambie más adelante”, advirtió Wüllner.