Un pulso “aguardientero” están librando la Industria Licorera de Caldas (ILC) y el Departamento de Cundinamarca tras la restricción para vender el Aguardiente Amarillo de Manzanares 24° (aguardiente Amarillo) en ese departamento.
La rumba en Cundinamarca y en Bogotá se quedó sin el sabor de este licor, que cada vez toma más popularidad, luego de que se expidiera la Resolución 797 por parte de las autoridades del departamento, en la cual se revocó el permiso que tenía la ILC para su ingreso y posterior venta.
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Esto, a pesar de que la ILC obtuvo el aval para vender los licores de su portafolio por 10 años en el 2017, y posteriormente en 2019 le dieron el visto bueno para distribuir el aguardiente Amarillo.