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La Navidad en el Valle de Aburrá está indiscutiblemente ligada a la tradición de los pesebres. Sin embargo, en los últimos años, estos emblemáticos nacimientos han ido perdiendo terreno en el espacio público. Foto Camilo Suárez. -
Doña Orfa Machado de Gallo, cada año sin falta adorna la mayor parte de la sala de su casa con un enorme pesebre. Foto : Manuel Saldarriaga Quintero. -
Mientras que en el pasado era común encontrar pesebres en plazas, parques y centros comerciales, hoy en día su presencia se ha reducido considerablemente, concentrándose principalmente en iglesias y algunos establecimientos comerciales. Foto Camilo Suárez. -
A pesar de los cambios en las costumbres, los pesebres continúan siendo una expresión de fe y cultura, así lo afirman la familia Jaramilo Jaramilo que lleva esta tradición por mas de 80 años. Foto : Manuel Saldarriaga Quintero. -
En el pasado, los pesebres adornaban las calles y parques de los barrios, convirtiéndose en puntos de encuentro para los rezos de la novena de aguinaldos. Foto Camilo Suárez. -
Los pesebres no son simples adornos navideños. Representan un símbolo de fe, esperanza y unión familiar. Foto : Manuel Saldarriaga Quintero. -
Ante la pluralidad de familias actuales, tal vez el modelo del pesebre quede corto. En todo caso, a pesar de su largo eclipse, el pesebre es una práctica que aun pervive dentro de algunas casas. Foto : Manuel Saldarriaga Quintero. -
Las iglesias, los centros comerciales y los barrios de clase media son ahora los sitios en los que sobrevive la tradición de los pesebres públicos. Foto Camilo Suárez. -
Aún existen personas y organizaciones que se esfuerzan por mantener viva la tradición de los pesebres. Iglesias, colegios, juntas de acción comunal y grupos de vecinos organizan cada año concursos de pesebres, talleres de elaboración y novenas de aguinaldos comunitarias. Foto Camilo Suárez.
Pesebres: emblemas de la Navidad que resisten en el Valle de Aburrá
En el área metropolitana del Valle de Aburrá, los pesebres, tradicionales, han reducido su presencia en espacios públicos, limitándose principalmente a iglesias y algunos centros comerciales. Sin embargo, esta práctica sigue siendo un emblema fundamental de las festividades decembrinas, evocando recuerdos y promoviendo la unión familiar y comunitaria.