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Este negocio es un anticuario que venta frutas frescas pero que ahora están en desuso. Foto: Carlos Velázquez -
Allí se encuentran: naranjas rojas por dentro, chirimoyas (anones) dulcísimas, curubas redondas, granadas que se abren como calabazas y chorrean agua como si hubieran rodado una maratón, frambuesas amarillas y melocotones alargados como sandías. Foto: Carlos Velázquez -
Por su negocio pasan turistas extranjeros todo el día a preguntar por semejantes rarezas. Trata de explicarles, pero no solo es difícil sino mal pago. Foto: Carlos Velázquez -
Casi nada de esa excentricidad termina en la basura: “La gente compra para hacer postres, salsas, jugos. La publicidad se la hacemos nosotros mismos. Foto: Carlos Velázquez -
En un local de La Mayorista sobreviven frutas exóticas que hace años eran pan de todos los días y hoy están en vía de extinción. Foto: Carlos Velázquez
En Imágenes | En la mayorista ya no se consiguen pomas, pero se vende anones y granadas
En un local de esta plaza de mercado de Medellín, sobreviven frutas exóticas que hace años eran pan de todos los días y hoy están en vía de extinción